Capítulo 22. Elián, tema de una discusión.

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A la mañana siguiente Marco se despertó temprano para irse a su casa y poder cambiarse de ropa para ir a la biblioteca, antes de irse se despidió dándome un beso y diciéndome algo más pero no recuerdo lo que me dijo ya que estaba más dormida que despierta.

 Faltaban tan solo unos minutos para salir de la editorial, la mayoría ya no estaba haciendo nada más que estar en sus celulares menos yo por lo mismo de que ya faltaba poco para salir. Mi celular se encontraba cargando y la pantalla se encendió mostrando la llegada de un mensaje de Romina: lo abrí y lo leí.

¿Vamos al supermercado? No tengo nada en el refrigerador si no me tendrás que alimentar jajaja.

Respondí

Claro, eso pensaba hacer hoy para no salir mañana y solo visitar a mi papá.

Genial, pásame la dirección de tu nuevo trabajo, iremos por ti.

¿Quién vendrá contigo?

Nancy tiene que ir a ver unas cosas y le queda cerca del supermercado. Aprovechando que vino a dejarme unas cosas hace rato.

Ahh bueno. Ya casi salgo, las esperare afuera.

De acuerdo, ya vamos saliendo. Nos vemos en un rato.

Si, con cuidado.

Bloqueé el celular y lo desconecté para después guardar el cargador en mi mochila y algunas cosas más. Ya muchos se estaban despidiendo y comenzaban a salirse del espacio. Revisé que todo estuviera apagado, acto después me puse de pie agarrando mi mochila y colgarme una correa sobre mi hombro.

 Al parecer Sophia me estaba esperando para salir juntas: y así fue.

¿Hoy iras a visitar a tu mamá? –le pregunte mientras caminamos hacia la esquina.

Ella asintió sonriendo. —De hecho, vendrá por mí y la invitaré a comer.

—Ay que bueno, espero que pasen una linda tarde –le sonreí.

—Gracias –llegamos a la esquina y nos detuvimos –¿tú que harás?

Recogí mi cabello hacía atrás para hacerme una coleta baja. —Mi amiga y su hermana vendrán por mi para ir al supermercado y creo que es todo lo que haré hoy –rasque mi mejilla.

—Está bien, creí que dirías que ibas a salir con tu novio o hacer algo juntos –explico y su celular sonó: reviso la pantalla y sonrió para después verme de nuevo –Mi mamá ya llego.

—Lastimosamente no ... Oh, ve, ve, no la hagas esperar –la alenté para que se fuera porque la note feliz cuando menciono que pasaría el día con ella.

—Pero tú ... –la interrumpí.

Negué sonriéndole. —No te preocupes, seguramente no tardan en llegar – me acerque a abrazarla rápido: correspondió el abrazo y nos separamos a los segundos –Disfruta mucho a tu mamá y coman rico.

—Me envías emojis de una muñeca, un carro y el del carrito del supermercado para saber que ya vas hacía allá –dijo mientras me apuntaba con su dedo índice.

Asentí e hice la seña como saludan los soldados. —Si señorita.

—Estaré esperando tus mensajes, eh. Adiós, hasta el lunes –se despidió con la mano y cruzo la calle. Vi cómo se subía a un auto para después marcharse. Camine de regreso afuera de la editorial y esperar cerca de un árbol que me hiciera sombra. No pasaron ni cinco minutos cuando un auto se detuvo a un metro de mí y tocaron el claxon, dudé en acercarme hasta que vi a Romina asomar la cabeza.

Al Fin Te Encontré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora