Capítulo 13. No note su felicidad.

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Desde que nacemos nuestros progenitores nos enseñan diversas cosas, a tomar decisiones propias, ser responsables de cada uno de nuestros actos y que todo tiene una consecuencia. Nos preparan para crear nuestra propia vida.

El día que les mostré el apartamento, de regreso a casa mi papá nos iba contando lo primero que decidieron comprar mamá y el después de haberse casado y de vivir juntos. Lo más importante es comprar los electrodomésticos, porque no puedes quedarte sin comer, sin dejar que la comida se eche a perder y sin tener la ropa limpia. Todo loque dijo es cierto, en mi caso, yo solo tendré que preocuparme por tener un refrigerador y una lavadora ya que incluye una parrilla electica, por eso y por unos cuantos detalles es caro la renta del lugar.

Hablé con Romina sobre el tema ese mismo día antes de dormir y quedamos en ir al día siguiente después del trabajo en ir en busca de un refrigerador, lo bueno que comencé a ahorrar desde hace casi un año, pues no me gastaba todo el dinero cuando estaba estudiando.

Me encontraba esperándola afuera de la biblioteca leyendo. Pasaron 15 minutos y llego casi corriendo.

—Uff, casi no llego y ya pedí el uber –dijo jadeando, al parecer si corrió.

—Tranquila –guardé el libro y puse mis manos en sus hombros después – inhala y exhala.

Inhalo y exhalo como le dije que lo hiciera. —Te hice esperar mucho –hablo a los segundos con la respiración más tranquila.

Negue sonriéndole. —No pasa nada, no tenemos prisa. Solo fueron 15 minutos.

—Menos mal –rio. En frente de nosotros se detuvo en la acera el auto.

—Supongo que ese es nuestro uber –la mire y ella asintió.

Las ventanas del auto bajaron y el conductor se inclinó para hablar. —Buenas tardes, ¿Romina Jiménez?

—Si, buenas tardes –le sonrió, abrió la puerta de atrás y subió, subí después de ella.

—Buenas tardes –saludé y me puse el cinturón.

El auto comenzó a avanzar para adentrarse al tráfico ya que muchos salen de trabajar a estas horas.

—Nos vamos a horrar mucho dinero al no tener que comprar la estufa ¿no crees? –hablo Romina llamando mi atención para voltear a verla.

—Si, pero creo que aun así deberíamos de ahorrar para comprarla por si después del año decidimos mudarnos a otro lugar o ya podamos tener nuestra propia casa –acomode mi cabello detrás de las orejas.

Asintió haciendo una ligera mueca. —Tienes razón. Que inteligente eres –se rio leve.

—Pienso en las cosas que podríamos necesitar en el futuro y gracias, tú también lo eres y lo sabes.

—Tu muy bien –sonrió –Cállate boba.

Norespondí, solo negué riendo y la abracé de lado. El conductor nos miraba por elretrovisor y sonrió. Pasaron diez minutos y nos encontrábamos afuera del lugardonde decidimos venir a ver los electrodomésticos y ese tipo de cosas para el hogar. Romina pago y bajamos dándole las gracias al joven. Comenzamos a caminar a la entrada del lugar. Entramos y vimos la cantidad de cosas que había. Salas, comedores, recamaras, adornos entre otras cosas.

—Ay, esto me emociona demasiado –expreso como si estuviera gritando, pero en bajito –Estaba deseando este momento desde la preparatoria.

Reí al verla tan emocionada, todo lo que dijo es cierto, llevamos tiempo planeando esto durante un tiempo y este momento se siente tan satisfactorio.

Al Fin Te Encontré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora