Al Fin Te Encontré.

Capítulo 19. Todo lo que puede llegar a pasar en un día.

•••┊┊💜┊┊•••┊┊💜┊┊•••

Mi día empezó con muchas quejas, iniciando con que me costó mucho trabajo el despertarme temprano ya que mi papá y mi hermano se fueron hasta casi la una de la madrugada porqué estábamos platicando muy cómodamente, e incluso Oliver me ayudo a acomodar unos cables a la pantalla para poder conectar la laptop cuando lo necesite. Así que por esa razón llegue quince minutos tarde. Marco me estuvo enviando mensajes para preguntar en dónde venía y decirme que no me preocupará ya que Diana no llegaba aún, pero llegamos al mismo tiempo.

Bueno, nunca había llegado tan tarde y para ser el último día laborando en la biblioteca me parecía bien. El resto de mi horario laboral continuo tranquilo, cada que tenía oportunidad guardaba en mi mochila las cosas que tenía como decoración en mi área de trabajo.

Marco estuvo ocupado la mayor parte del día, incluso ninguno de los dos tuvo tiempo de salir a desayunar. A la hora de la salida él se ofreció a llevarme a mi apartamento, pero le dije que mejor pase por mí, pero en su auto no por si teníamos planes de beber, acepto, nos despedimos y tomamos caminos diferentes.

Al llegar a mi apartamento recogí lo que deje tirado ya que no recogí nada la noche anterior por irme a dormir rápido, después esterilice o "cure" como decía en la caja de las ollas para preparar algo sencillo para comer con lo que me había traído mi papá y no estar con el estomagó vació en lo que se hace la hora para que pasen por nosotras; y digo nosotras porque Romina se irá con nosotros aprovechando el viaje. También revise entre mi ropa las diferentes opciones que podría usar no es que tenga muchas opciones, pero si puedo combinar algunas cosas.

Escogí algunas prendas y las deje sobre mi cama. Paso media hora y la sopa de verduras ya estaba lista, me serví un poco y me puse a comer.

Aún faltaba un par de horas para que se hiciera la hora de que llegaran por nosotras, estuve atenta a cualquier ruido para salir e ir a decirle a Romina que nos arreglemos juntas, pero solo estaba perdiendo el tiempo. Lave lo que use y lo volví a colocar en su lugar para después bañarme. Me tome mi tiempo para ducharme y relajarme, me relajaría más si tuviese una tina, pero algún día en mi propia casa. Tarde un poco en salir, pero lo bueno es que ya tenía pensado que ponerme, así que me cambie, me puse crema, perfume y cepille mi cabello: quería plancharlo o hacerme unas ligeras ondas, decidí no hacer nada por el tiempo que me sobrara que es perfecto para maquillarme.

MI celular comenzó a sonar antes de terminar con mi maquillaje, lo tomé y el nombre de Marco estaba en la pantalla: respondí.

—Hola bonita, ¿podrías abrirle la puerta a tu novio? –menciono con una risita leve al terminar la frase.

Me sorprendí, ¿ya era hora o él llego antes? Pensé y alejé el celular de mi oreja para ver la hora y aún faltaba una hora casi. Salí de la habitación y caminé a la puerta: abrí y corté la llamada. En cuanto me vio se acercó a abrazarme: lo correspondí.

—¿Por qué llegaste antes? –me separe a los segundos y me miró fijamente de arriba hacia abajo.

—Woow, jamás te había visto con vestido, te ves muy bien –confesó sonriendo –Y llegue antes para estar con mi novia sin tener que ocultarlo a nuestros amigos porque supongo que aún no les diremos ¿cierto?

Entramos y lo tome de la mano guiándolo de nuevo a mi habitación para poder terminar de arreglarme. Se sentó en la orilla de la cama y yo en la silla. ¿Será correcto ocultar lo nuestro o queremos arriesgarnos a decirlo? Solté un bufido mientras lo miraba de manera pensativa.