Al Fin Te Encontré.

Capítulo 25. Fiesta, disculpas y descubriendo cosas.

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Han pasado los días y durante ese tiempo no he dejado de pensar en la persona la que me envío las cosas, no quería seguir pensando en eso, pero me era imposible no hacerlo.

El día del cumpleaños de Romina estuve al pendiente de cuándo llegará después del trabajo, pero ella jamás llego, mi intención era felicitarla como cada año sin falta desde que nos conocimos, sin importar la hora, siempre nos felicitábamos. Nunca había pasado esto, pero para todo siempre hay una primera vez.

Al día siguiente, en mi cumpleaños, no me esperaba nada, pero al llegar a la editorial y a mi lugar de trabajo me lleve la sorpresa que estaba decorado con globos, serpentinas y sobre el escritorio un pastel. Con los que trabajo en el mismo lugar me felicitaron y me abrazaron. Sophia me entrego una bolsa mediana, la cual pesaba, pero me dijo que la abriera hasta llegar a mi apartamento, por otra parte, Joseph llego a nuestra área, me felicito y me entrego una bolsa: saque su contenido y eran unos libros y una taza con diferentes dibujos relacionados con libros. Uno de mis compañeros menciono después de que Joseph se haya ido que es una tradición de él regalar tazas en día de los cumpleaños o a los nuevos.

Por la noche, ya estando en la comodidad de mi apartamento, mi papá y Oliver llegaron con un pastel. Quince minutos más tarde Marco llego con un ramo de rosas rojas, creí que se le había olvidado mi cumpleaños, si se le hubiera olvidado probablemente me hubiese molestado con él. No hice gran cosa el día de mi cumpleaños, pero al menos no pasó desapercibido gracias a las personas que se acordaron de este día, lo hicieron que fuera muy bonito.

El resto de la noche la pase con ellos y abrí cada uno de los regalos que recibí, fueron en su mayoría libros, creo que ya tengo libros para leer lo que resta del año y para el siguiente. Mi papá y Oliver decidieron darme dinero, no se los quería aceptar, pero insistieron para que pudiera ahorrar por en dado caso que lo necesite para alguna emergencia, se los agradecí. La pase muy bien con los tres. 

Mi papá y Oliver se fueron después de medianoche, Marco se quedó una hora más y estuvimos platicando, y obviamente estuvimos en modo románticos.

 Después de que salí de trabajar Romina me envío la dirección de la discoteca que eligió, se la envié a Marco, Sophia y a Caleb.

Me fui a mi apartamento para arreglarme y comer algo. Nos quedamos de ver cerca del lugar para no entrar solos, se supone que las que deberían de estar primero es Romina y yo, pero por lo acontecido no fue así. Sophia, Marco y yo, si llegamos juntos, quedamos que a partir de las ocho podían llegar. Entramos y los buscamos en la parte que Julissa reservo para tener privacidad y poder estar cómodos, en cuanto llegamos Caleb, Ián, Jason, Julissa y Leandro se acercaron a felicitarme, lo que fue Caleb, Ián y Julissa me dieron regalos, les agradecí y les dije que los abriría mañana.

Sophia permaneció a mi lado, vi la timidez reflejada en su rostro, la tome de la mano y se la presente a los demás aprovechando que la música aun no estaba tan fuerte, todos la saludaron y Caleb no dudo en acercarse a conversar con ella. Tome la iniciativa de acercarme a Romina y felicitarla.

—No podemos seguir sin hablarnos ¿Cuándo terminaremos con la tortura para amabas? Nunca nos dejamos de hablar por tanto tiempo –hable detrás de ella y se dio la vuelta para verme.

—Lo sé, otras veces solo pasaba un día y ya estábamos como si nada hubiese pasado pero esta vez fueron más días –respondió y en sus ojos note un poco de tristeza –Any, lamento por entrometerme en cosas que no, en serio perdóname.