CAPITULO XV

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Justice 

Suspire mientras movía mis hombros intentando desprenderme un poco de toda la tensión con la que cargaba. Troné mis dedos y le embestí un puñetazo al desgraciado que tenía enfrente. Cayó de espalda, quejándose como un niño. Que nadie me escuche.. pero admito que estoy disfrutando al menos un poco maltratar a este macho. – ¿¡Te dignaras de hablar humano!? – dijo una voz en mi espalda – Podemos seguir todo el día. Tu jefe debió advertirte contra quien te metías. ¡Irrumpiste NUESTRO hogar! Tu ley se termina en el preciso momento que pisan – señale al norte – esas murallas. Podemos hacer literalmente lo que queramos contigo y jamás nadie te buscara más que para reclamar tu cadáver en nuestra morgue. ¡HABLA, SI SABES LO QUE TE CONVIENE! – Tome el trapo húmedo que estaba sobre la mesa del interrogatorio y me limpie los nudillos. Me producía asco inclusive que su sangre tocara mi piel. Me encamine hasta una de las paredes y mire de reojo la ventana.. Sabía que Jessi estaba en la habitación continua y no me gustaba ni un poco que me vea así. Pero la conozco y sé que ella es más que capaz de soportar tal interrogatorio. Ori estuvo en peligro, no contamos con otro margen de error.

Desde la esquina contraria Darkness se despegó de la pared y camino de una forma lenta pero malditamente amenazadora hasta el sospechoso. Se inclinó y lo miro, solo eso, lo miro e hizo un pacto sobre un gran sufrimiento futuro si él no cooperaba. El aroma de la sangre derramada picaba en sus fosas nasales y provocaba aún más su adrenalina, el interrogatorio procedía muy lento. No le gustaba. Movió su cabeza para que Darkness lo mirara y le dio un permiso silencioso. Ambos habíamos prometido, antes de entrar a la sala, que llegaríamos hasta el extremo necesario con tal de conseguir toda información valiosa. Este acto no fue simple terrorismo, no fue un golpe cualquiera. Quisieron llevarse a la cachorra, nuestra única cachorra. A quien yo jure proteger hasta la muerte y a quien casi le fallo. Todo sendero es aceptado siempre y cuando nos lleve directo al nombre de la mente maestra de Mercile que tiene las manos metidas en esto.

Despacho de Justice. Algunas horas después.

Me quede mirando el informe que tenía enfrente, sobre mi escritorio. Había sido difícil, maldición que lo había sido. El macho era un mercenario, un hombre que no temía ni al dolor ni a la muerte misma. Un alma atormentada que había terminado integrándose en lo más oscuro de la humanidad y es más, cobraba miles por eso. No había sido agradable presencial ese interrogatorio. El sujeto estaba demente, hasta se llegó a reírse en medio de los golpes. Pero aun así tengo entre mis manos su confesión, el nombre y la descripción del pez gordo que lo contrato y pago millones por el trabajo. RECUPERACION DE INVERSION ese fue el memorándum que les envió junto con el pago. Ori era "inversion", su inversión. Me produce una rabia de mil demonios solo con pensar en ella con esa descripción.

Escucho que tocan y doy permiso para que entre, Jessie, Tim, Tiger y Fury. Mi Jessie vino directo hacia mí y me abraso desde atrás. Apoye mi cabeza en su hombro para intentar encontrar un poco de tranquilidad.

Tim empezó a hablar – Cielos Justice, yo estaba justo llegando cuando recibí la llamada con lo ocurrido. Uno de mis muchachos me marco enseguida de la explosión, ellos estaban patrullando justo en el perímetro del atentado – Espero que tu equipo este bien Tim – le dije y el movió la mano sacándole importancia – Ah si si. Un brazo y una clavícula rota son los casos más graves. La ola expansiva los saco del ruedo antes de que el fuego de la explosión los alcanzara. – El tomo asiento en uno de los sofás que tengo cerca del escritorio – Justice: me tome la libertad de revisar la escena y encontré algunos restos de los detonantes usados. No son de sótano, son de rango militar y ni siquiera son estadounidenses, si no rusos. Estos manifestantes cada vez están llegando más lejos con sus reclamos. – Se cruzó de brazos – explosivos militares – murmuro mientras me dio una mirada preocupada – tendremos que ser más duros con ellos, poner más armas pesadas, más soldados. Jugar con la imagen y con sus mentes, seguro se asustaran y para la próxima ni lo intenten – Cuando iba a hablar él se paró cortándome el intento – No te preocupes Justice, iré ahora mismo al edificio de comunicación, hare que mis agentes revisen los últimos correos entrantes y busquen patrones. Encontremos al grupo detonante. Esos idiotas siempre alardean antes de atacar, se muerden sus propias colas y.. – Suspire y dije – Tim ¿me dejaras hablar en algún momento? – Lo mire inquisitivo – Ah. Si por supuesto, continua continua – se volvió a sentar – Muy bien. Para tu interés Tim, el atentado no fue hecho por ninguno de los manifestantes. Y tal como lo muestran los explosivos utilizados, eran profesionales. Sicarios. – Pude escuchar un *carajo* proviniendo de los demás, luego alguien carraspeo – Escuche que conseguiste a algunos para el interrogatorio ¿Es así? – Hablo Tiger mientras daba un paso hacia adelante – Si, es correcto. Tenemos al jefe en custodia y el interrogatorio lo hicimos hace una hora – Aleje mi silla del escritorio lo suficiente como para sacar de de los cajones una carpeta que tire abierta sobre el mueble – Este es Robert Hilliard, magnate petrolero de gran renombre, ingles e intocable. Su apellido es reconocido por todo el rubro europeo. El SIS de Reino Unido nunca pudo encontrar causa probable para encarcelarlo, ni un solo rastro lo coloca en negocios ilícitos, no hay testigo que lo señale, más toda la agencia sabe que su compañía no es más que una gran fachada y que su fortuna viene de lo peor de la sociedad: mercado negro, comercialización de sustancias y, al parecer, trata de personas.

OriónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora