CAPITULO XXII

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Split

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Split

El sol estaba ya bajando cuando, junto con Ori, pasamos por las puertas del Centro Medico. Le di un pequeño vistazo a mi niña. Todo parecía estar en calma hasta el momento... estoy rogando que las cosas sigan por este camino. Cruzamos un par de pasillos hasta llegar a la puerta que tenía una placa con la leyenda "Dra. Trisha North".

– Muy bien cachorra. Llegamos. ¿Lista? – Me agache hasta su altura – ¿Recuerdas lo que te dije antes de salir? – dije analizando cómo se mordía el labio inferior con nerviosismo.

– Me dijiste que si tenía mucho miedo te tomara la mano y que no me alejara – dijo mientras se pegaba a mi cuerpo – también mencionaste que nadie quiere hacerme daño y que esto es para que yo me sienta bien... – me miro con miedo e inseguridad.

Actuando por el instinto de brindarle seguridad la tome en mis brazos y la apoye contra mi cadera para poder caminar más cómodamente. Ella se acostó sobre mi hombro y yo llame con tres golpes a la puerta.

La puerta fue abierta por Trisha quien nos indicó que pasáramos antes de volver a cerrarla para conservar la privacidad. Adentro se encontraban Justice y Jessie, esta última nos dio una sonrisa de aliento a la que realmente no tenía ganas de responder. Si no tuviera a la pequeña en brazos mi cuerpo entero estaría reflejando todo el estrés que cargaba en mi mente. No me gustaba para nada lo que iba a pasar... aunque intentara pensarlo desde el punto de vista de la medicina.

–Hola mi niña. Hace tiempo que no nos vemos amor ¿Cómo has estado? – pregunto la Doctora mientras acariciaba con ternura los rizos de mi cachorra.

– Bien... – contesto con una voz apenas audible – Tía Trisha... no me gustan las agujas... – giro un poco su cabecita para que los demás pudieran entender mejor esto último.

Ella me miro con claro reproche, como si quisiera reprenderme por actuar exactamente como le dije que lo iba a hacer. Mantuve su mirada y dije – Le conté a la cachorra lo más que pude. Ya sabe, lo básico, pero no se... tal vez quieras explicarlo a tu manera. – Ella suspiro casi inaudiblemente y nos hizo señas para que nos sentáramos.

– Pequeña ¿Qué es lo que te contó? – Dijo mientras ella también se sentaba detrás del escritorio.

– Bueno... Split me hablo de unas vacunas y también me dijo que estas no son malas... no como las del Técnico Perkins. Me dijo que serían como un piquete de mosquito y a mí no me asustan los piquetes de mosquitos sabes Tía Trisha... lo que no entiendo es porque. ¿Por qué las necesito Tía? Split dijo que es para que no me enfermara... pero yo me siento bien. Lo juro... y si me siento bien... ¿No podemos dejarlas pasar hasta cuando ya no me sienta tan bien? – Levanto su carita para mirar directo hacia Trisha mientras le hablaba.

– Mi niña... es que no funciona así. Las vacunas no son malas y no duelen mucho. Pero deben colocarse antes de que la persona se enferme o si no no servirán. Mira, esto no es algo de lo que tengas que preocuparte mucho y hubiera preferido que de por sí que Split no te hubiera dicho nada antes de venir... pero lo echo echo esta. ¿Por qué no mejor vamos a la sala que esta acá al lado para que todos podamos terminar con este asunto? – Fruncí el ceño. ¿Terminar con el asunto? ¿De qué está hablando? Apenas si le explico algo a la cachorra.

OriónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora