REBELS --- {Justin Bieber & Kendall Jenner }

Capitulo 2

Jason smith.

-¿El aquí?- me susurró amber como si hubiera leído mi mente. Jason se acercó confiado hacia nosotras. Me tensé por su presencia pero no lo daría a notar.

Lo odiaba. Ese era el único sentimiento que tenia hacia ese gilipollas. Cuando tenia solo 15 años y la pubertad no había hecho efecto en mí, él me molestaba y lo peor de todo es que estudiábamos en el mismo salón y joder, ese estúpido sí que me hizo la vida imposible y todo por mi cuerpo; a esa edad no tenia muy desarrollados mis senos y sí que él lo hacia saber a toda la preparatoria, pero después de que me desarrollo todo esos insultos pararon y no podía negar que tenia muchas amistades pero solo era por mi dinero, mi única hermana y mejor amiga se llama amber, ella siempre estuvo y no me dejaría, ni yo tampoco.

-La hermosa sarah- dijo jason acercándose a mí para saludarme pero solo me removí para estar lejos de él. -tranquila princesita, que no muerdo- inclinó su estúpida cara como si estuviera estuviera pensando algo -O al menos de que tu no quieras.

-En tus sueños- escupí con odio y empecé a caminar con amber a mi lado pero una mano me agarró el brazo y me volteó. O no idiota, nadie me toca así.

Cerré mi mano derecha en un puño y mis nudillos ya estaban blancos. -!Jason Sueltame!- le grité y lo unico que hizo fue apretar mas su agarre. Divise que algunos chicos se acercaron peligrosamente hacia jason con ganas de golpearlo. Escuche a amber tratandolo mal pero sus ojos estaban oscuros como si quisiera pegarme.

-Sigues siendo la misma perra que intenta ser inocente, pero sarah tú y tu familia son solo mierda- susurró en mi oído. Bueno, eso fue la gota que colmó el vaso. Con todas las fuerzas que tenía en mi puño, lo aterricé en todo su cachete izquierdo y de inmediato se separó de mi.

-Perra si fueras algunas de tus putas- escupí con rabia y pude ver que todos los del pasillo estaban con su atencion hacia nosotros y algunos formaban un circulo alrededor de nosotros. Seguidamente sin darle tiempo de hablar, con mi rodilla derecha lo patee en las bolas y se escucharon abucheos y un gran 'huuu' por parte de todos. -¡Y eso es por hablar de mi familia con tu sucia boca gilipollas!- grité. Se escucharon aplausos. Jason estaba tirado en el piso con su mano en su paquete y se revolcaba en el piso.

Uno de los chicos que antes se habían acercado a jason con la intensión de defenderme se puso a un lado de nosotras.

-Que buena derechazo preciosa- me dijo. Tenia el pelo negro y ojos verdes. Si que era guapo. A juzgar por su cuerpo y el de sus amigos podria facilmente decir que son del grupo de futbol americano de la universidad. -Espero verte pronto- me guiñó el ojo y se fue con su grupo de amigos que me miraban tratando de alagar mi comportamiento.

-Bueno brooks, debo decir que esas clases de defensa y las idas al gimnasio sí que sirvieron- dijo amber mientras empezábamos a caminar lejos de ahí. -Lo hiciste papilla al frente de toda la universidad- soltamos una sonora carcajada y miré hacia atras, ya todos estaban volviendo a lo que havian antes. Jason estaba tratando de pararse. -Esa es mi mejor amiga, me siento orgullosa- siguió diciendo y chocamos manos.

Llegamos a informacion y pedimos nuestros horarios mientras nos dirigíamos a la facultad de medicina. Rabiamos escogido medicina porque juntas desde pequeñas queriamos ser doctoras y a nuestros padres les pareció ideal la idea, habiamos considerado irnos a otro continente pero dejar mi hermoso apartamento no estaba en mis planes

JUSTIN (PDV):

-¿Man ya estas listo?- escuché la voz de chaz por el micrófono de mi celular. Subí las escaleras y entré a mi habitación.

-No entiendo por qué coño tenemos que ir a una estúpida universidad- escupí cabreado, claramente la idea del colider de la banda ryan a mi pensar era estupida. Cogí mi chaqueta negra, metí las llaves del auto y las de mi casa junto a una cajetilla de malboro mentolado.

-Lo sé tio, pero Ryan tiene razon- escuché un suspiro de su parte y siguió. -¿Sabes cuál es la mejor parte de esto?- me preguntó. Salí hacia donde estaba aparcado mi lamborguini.

-¿Cual?- pregunté fastidiado. Odio los acertijos y esas mierdas.

-Que nadie sospecharía que unos inocentes universitarios fueran narcotraficantes- dijo como si fuera la mejor idea del mundo.