Prologo.

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Park Jimin es todo lo que una mujer podría desear: Es muy guapo, Atlético, educado, atento, caballeroso y un gran padre soltero.

Sin embargo, las apariencias suelen engañar y Park Jimin era experto en eso.

- Papi... - Preguntó el pequeño niño de ojos grandes y mejillas regordetas, este tenía el cabello negro y los labios pomposos. Era simplemente perfecto.

- ¿Que sucede Young? - Jimin mirando atento al pequeño infante de 4 años.

- ¿Podemos ir con mami, Por favor? - Pidió él, Jimin sonrió inmediatamente.

- Claro que sí, Campeón. - El mayor lo alzó en brazos para comenzar a caminar hacía la puerta que se encontraba cerrada con llave.

Jimin abrió todos y cada uno de los seguros hasta traspasar la puerta e ir escalones abajo.

Y ahí estaba ella.

Con su piel blanca y suave, Su negra y larga cabellera, sus ojos hinchados de tanto llorar y su mirada que alguna vez fue brillante, ahora con ausencia de ese brillo.

Jimin se acercó a ella. - Hola preciosa... - Miro a la amordazada Joven. - Nuestro pequeño quería venir a verte así que pórtate bien... - Con cuidado le desató las manos y la boca, de todas formas, ella no podría escapar, tenía un grillete en el tobillo encadenado a la pared de concreto sólido.

En cuanto ella fue liberada Jimin le dio permiso a su pequeño de que pudiera acercarse.

 - Mami... - La abrazó con cariño.

Ella Miró con tristeza al menor y lo rodeó débilmente con los brazos. - Young Soo... - Susurró ella sintiendo el calor de su hijo.

- Te quiero mucho, mami... - Este se acurrucó en los pechos de ella.

 - Mamá también te quiere mucho Young... - Dijo a punto de llorar.

Jimin observaba el maravilloso momento entre su hijo y SU mujer.

Él no se había equivocado en elegir a Kim Ryuji, Ni se arrepentía de todo lo que había hecho con tal de tenerla ahora aquí y así.

****

Después de dejar que Young pasará algo de tiempo con su progenitora, este le arrebató el niño de los brazos a Ryuji para de nuevo subir a la superficie y seguir con sus actividades diarias.

Después de acostar a Youngie y leerle un cuento, su pequeño se encontraba dormido lo cual era perfecto porque ahora podría pasar un rato de intimidad con Ryu.

 - Oh Ryujinnie... Jiminssi quiere jugar... - Sonrió bajando de nuevo al sótano. - Vamos a darte un baño mi amor, Prepare una cena especial para nosotros... Hoy cumplimos 5 años juntos. - Se acercó sonriente a su pobre víctima. - Parece que fue ayer cuando te traje a vivir a aquí... Cuantas cosas hemos pasado. - Observó a su amada quien solo bajaba la cabeza evitándolo ante esto rio juguetón. - Aquí te confesé mi amor, Aquí tú me aceptaste... Aquí tu y yo hicimos el amor por primera vez. -

Ella empezó a sollozar, ¿Aceptarlo? Ella nunca lo aceptó y ¿Hacer el amor? Joder, eso no era amor, esas eran malditas violaciones.

Este prosiguió. - Y el día en que nos enteramos que íbamos a ser papás... Ese día fue el más feliz de mi vida. Young Soo es un niño maravilloso, es perfecto... Gracias Cariño. - Este le desató la mordaza.

 - Basta... - Susurró ella, pero este le robó un beso a la fuerza.

 - Te amo y quiero que sepas que jamás dejaré que hagan daño. Porque tú eres Mía... –

"El Sótano" © [PJM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora