"El Sótano" © [PJM]

Capítulo 20.

(Escena retrospectiva.)

Últimamente Ryuji estaba muy extraña. Había momentos en los que simplemente desaparecía y por más que Park le buscase no la encontré.

Mientras ella solo se encerraba en ese salón para pasar tiempo con Jungkook, Ahí adentro ambos compartían el almuerzo, charlaban o él cantaba para ella. Ryu no recordaba cuando había sido la última vez que había interactuado con algún otro hombre que no era su hermano, Jin o Jimin.

Posiblemente nunca.

Quizás era por eso que la compañía de Jeon resultaba tan exótica ya la vez tan liberadora como una bocanada de aire fresco. Con él de alguna manera todo se sintió nuevo, los temas de conversación, el ambiente e incluso la misma comida de siempre le sabia diferente siempre que la compartía con su nuevo amigo.

– Lo Juro... entonces yo le reclame a mi mejor amigo por tomar una banana de mi canasta de frutas. Él se molestó y arrojó la banana justo a mi cara. – Termina de contar mientras la joven Kim escuchaba atenta con una sonrisa en el rostro.

– No cree que Hobi seria así... él siempre se ve tan, dulce y amigable. – Mención.

– Y lo es. – Asegura Jeon. – Pero a veces también tiene sus momentos, Tampoco quieres ver como me mira a veces, siento que me juzga hasta el alma, pero bueno, no en valde es mi mejor amigo y le aprecio bastante. – Luego la mira. – Quizás no debería decirte esto, pero... le gustas y mucho. –

Dicha confesión toma por sorpresa a la chica que estaba a punto de clavarle la pajilla a su juguito de cartón, mirando al chico como sí hubiera dicho una incoherencia sonríe. – No es cierto... estas jugando. –

– ¿Por qué crees que te mentiría? Jung no es el único que babea por ti en esta escuela, de hecho, me atrevería a decir que eres bastante popular entre el público masculino de aquí, Kim Ryuji. – Le cuestiona a Jungkook. ¿Acaso esa chica realmente no se dio cuenta de la gran influencia que su belleza poseía?

– Es que yo no le puedo gustar a nadie... – Niega la pelinegra. – Nunca nadie se me ha declarado o dicho que le gusto... es más, los chicos ni siquiera se me acercan. Así que llegué a creer que era porque no soy tan agraciada como las demás. –

Aquello deja a Jungkook aún más intrigado, ¡Claro que Kim Ryuji era agraciada! Y ahora que se había dado la oportunidad de conocerla mejor también se daba cuenta de la maravillosa persona que era.

Y si, era consciente de que ninguno de los chicos se había atrevido a hacer algo al respecto, pero no por los motivos que ella creía sino porque siempre que alguien intentaba Algo, había una persona que se encargaba de joderlo todo: Park Jimin.

Ese rarito que siempre se paseaba por la escuela con sus aires de grandeza y sintiéndose superior a los demás era quien se encargaba de mantener al resto lejos de la chica. No por nada muchos le habían apodado "El perro guardián" por los mismos motivos.

Era mas que obvio que Park la queria para el. Incluso había rumores sobre que una vez alguien los había visto tener sexo en los vestidos, pero viendo a la menor ya podía confirmar que todo era falso. Ella parecía ser inocente, quizás llegando a pecar un poco de eso, pero nada grave.

Jungkook sonríe negando. – Jamás vuelvas a si quiero pensar que no eres bonita por que si lo eres... bastante. – Jungkook le mira y ella le sonríe de regreso.

– Gracias, Jeon Jungkook. –Dice un poco sonrojada.

– Comienza a aburrirme el tener que llamarnos por nuestros nombres completos. No lo sé, Suena demasiado formal y ya somos amigos. ¿Qué te parece si de ahora en adelante solo nos llamamos por nuestro nombre? Incluso podríamos inventar apodos. –

Ella Asiente emocionada y sonríe. – Eso me gustaría mucho Jeo... perdón, Jungkook. – menciona.

– Me alegra saber eso, Ryu...– Responde también siguiendo el juego. – Ahora, no es que no disfrutes de tu compañía, pero ya debes irte o llegaras tarde a tus clases. –

- Is true. – Ryu se apresura a recoger sus cosas para después despedirse con una reverencia.

En el camino sin querer se topa con nadie mas ni nadie menos que con Jung Hoseok, el chico del que habian hablado y que justamente Jungkook habia dicho que gustaba de ella. Chocan y sin querer el casco que este traía en las manos se le había caído. – Oh, lo siento mucho Hoseok... no fue mi intención. – ella se apresuró a recogerlo, aunque él también se inclinó para tomar el casco que le pertenecía a su amigo. – No te preocupes... entiendo que fue un accidente. – Menciona aun sin haberla visto bien, pero en cuanto la joven alza la mirada, Hoseok se sorprende. Era ella...

Sin embargo, ellos no eran los únicos por aquel pasillo ya que para fortuna de él y desgracia de ellos, Park Jimin había llegado justo en el momento menos indicado. Presenciando a su chica y al idiota de Jung. No solo eso sí no que al ver el casco lo reconoce perfectamente, era el mismo que traía puesto el sujeto que la había llevado a su casa semanas atrás.

Jimin aguanta la mandíbula mientras mira escondido. Jung Hoseok era hombre muerto...

(Maratón 2/4)