"El Sótano" © [PJM]

Capítulo 23.

Ambos se encontraban en una cafetería no muy lejos del gimnasio donde se habían encontrado. El mesero se acerca para poder servirles sus bebidas: Un expreso caliente para Jin y un americano frio para Jungkook.

Apenas el mesero se va, un silencio incomodo se forma entre ambos, sí bien ese pequeño encuentro era con la intención de hablar de tantas cosas y aclarar otra. Justo eso era lo que menos estaban haciendo.

— Así que... ¿Eres boxeador? — Pregunta de pronto Jin intentando romper un poco la barrera de hielo que se había formado entre los dos.

— Entrenador personal...— Corrige el mas joven. — ¿Y usted? —

— Digamos que estoy en la industria musical. —Responde esta vez un poco mas relajado. Antes de que la conversación se desviase mas de su objetivo principal, el mayor carraspea un poco para poder poner las cartas sobre la mesa. — Escucha Jungkook... No quiero asustarte, pero, he llevado años buscándote. —

Jeon le mira. — Después de lo sucedido yo me fui a Seúl, Regresé a Busan hace muy poco. —

— Eso explica porque nunca pude dar contigo. — Menciona el mayor. — Pagué diferentes investigadores privados, pero ninguno pudo darme nada útil sobre ti hasta que me animé a hacer una nueva investigación recientemente. —

— Señor Kim. Yo le juro que jamás le hice algo a Ryuji...— Se adelanta Jeon un poco mas preocupado. Sin embargo, Seokjin lo tranquiliza.

— Descuida... no estoy aquí para condenarte o acusarte de nada. Yo solo...solo quiero que por favor me cuentes todo con sinceridad que puedas responder algunas de mis preguntas. —

Jungkook regresa a su posición y deja su café sobre la mesa. Asiente y mira al mayor. — ¿Qué quiere saber, Señor Kim? —

— Todo...absolutamente todo. — Menciona Seokjin.

(Flashback.)

Decir que Jeon Jungkook le gustaba... era decir poco.

En realidad, Estaba completamente fascinada con él. No había cosa del chico que ella no amara: Su voz, su sonrisa, sus ojos, sus manos...todo.

Kim Ryuji estaba enamorada.

Cada día que pasaba, ella y el pelinegro se iban volviendo mas y mas cercanos. Aunque por otro lado con cada día que pasaba Park Jimin y ella se estaban distanciando... sobre todo por parte de él quien parecía de pronto evitarla e ignorarla. Y pese a que aquello podía haber sido una gran oportunidad para haberse alejado definitivamente de él, Ryuji al ser una adolescente inocente y dulce resentía mucho la falta de su único amigo del que jamás se había separado desde que tenia uso de razón.

No le gustaba que las cosas fueran así, el mayor ni siquiera le había dicho que al final de cuentas él y Jeongyeon si se habían dado una oportunidad y llevaban ya casi 2 semanas saliendo. Le había tocado enterarse por medio de los infalibles rumores de pasillo, Aquello era un tema que el resto de la escuela no dejaba de comentar pues era terriblemente extraño, así como curioso.

Otra cosa había sido la repentina cercanía que Jung Hoseok estaba tomando hacia ella, haciéndole algunos presentes como pequeños dulces en su asiento o notitas en su casillero, incluso una que otra flor. Sabia que eran de él pues todas estaban firmadas con su nombre. Así que podía decirse que el chico finalmente se había animado a comenzar a pretenderla.

Y pese a que a Ryuji le encantaría darle una oportunidad a alguien tan dulce y caballeroso como Jung Hoseok, aquello era una carga más porque sentía que no podía, que no era correcto ilusionarlo cuando la mente de ella, así como su corazón ya tenían un dueño.