Capítulo 21.

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(Flashback)

Jeongyeon sube las escaleras hasta la azotea de la escuela donde casi un mes atrás había citado a Park Jimin y el mismo lugar donde este la había rechazado cruelmente despreciando sus sentimientos.

"¿Estás hablando en serio? Espero que no porque estaba teniendo un buen día hasta ahora y planeaba hacer algo con Ryuji en la tarde. Ella si es una chica que me gustaría que se me declarara: Es bonita, dulce y para nada hueca como tú, Así que ahora déjame en paz, no me mires, no te me acerques... ni siquiera te atrevas a pensarme porque tu y tus asquerosos sentimientos me molestan, Yoo. Acabas de arruinarme el día."

Aun podía recordar cada una de esas palabras mientras sonreía con el mas puro cinismo que jamás había visto en su jóven vida. Y apenas había llegado a casa había explotado en una rabieta del tamaño de Rusia, llorando y lanzando objetos, golpeando algunas cosas y rompiendo otras.

Porque apesar del tan desagradable encuentro, ella no había aprendido nada. Mientras Park Jimin más la rechazaba, más le gustaba y más  se encaprichaba con él.

Clara prueba de eso es que apenas había leído la nota que habían dejado en su casillero ella salió  disparada hacia el lugar del encuentro.

— Sabía que vendrías... — Dice Jimin serio y sin mirarle mientras estaba sentado en el borde del edificio. En cambio miraba hacia la cancha olímpica y los jardines. Era una altura considerable a decir verdad, 5 pisos para ser exactos. Sin duda sí alguien caía de ahí no sobreviviría, ya que justo abajo se encontraban los escalones principales. El impacto sería mortal.

Jeongyeon lo mira e inmediatamente se cohibe. Jimin sonríe y se levanta para girarse y finalmente prestarle algo de atención a la peliazul. Comienza a caminar hacia ella.
— Jimin... — menciona ella. — ¿Para qué me citaste aquí? — pregunta y aunque intenta sonar fría, Jimin sabe que en realidad no era indiferente. — Sí no mal recuerdo, Me dijiste cosas horribles el otro día y me pediste que me distanciara. —

Y no se arrepentía de haberlo hecho. Pero con sus recientes descubrimientos él necesitaba comenzar a armar un plan para deshacerse de quienes le estorbaban. Vaya que Yoo le sería de ayuda...

— Si, lo sé... Pero no te cite aquí para poder pedirte perdón. No tiene caso llorar por la leche derramada y yo no le hallo caso a pedir perdón por algo que ya hice. Eso no cambiaría nada. — Menciona serio.

— ¿Entonces? — Pregunta Jeong. — Tu nota solo decía que no le dijera a nadie y que querías verme aquí para hablar. —

— Y eso estamos haciendo ¿No?— Se cruza de brazos mirándole con superioridad. — En realidad... Quería hacerte una propuesta que estoy seguro que no podrás resistir. —

— ¿Qué tipo de propuesta? — Pregunta ella intrigada.

Jimin sonríe y se acerca para tomarle del mentón. — ¿Recuerdas lo que me dijiste ese día, Yeoni? aquí mismo, Dijiste que sí yo te daba una oportunidad, tu serias capaz de hacer lo que fuera por mi, que por mi eras capaz de todo... Quiero saber sí eso es cierto. — Se inclina como Sí estuviera a punto de besarla. — Responde... — Susurra a escasos centímetros de los labios ajenos.

Jeongyeon jadea pero asiente. — Lo decía en serio... Me has gustado desde hace mucho Jimin. Te amo y daría mi vida entera por ti. — Ella estaba a punto de cortar la distancia y besarlo pero Jimin la esquiva.

Este sonríe y niega. Era perfectamente lo que estaba buscando. — Bien... Justo eso quería saber. — Menciona para después alejarse más y mirarla. — Yoo Jeongyeon... ¿Quieres ser mi novia? — Pregunta.

La peliazul abre sus ojos. ¿Aquello era en serio? Jeongyeon tarda un poco en reaccionar. — L-lo...¿Lo dices de verdad? —

Jimin poner su mano derecha frente Ella en una especie de juramento. Aunque por detrás la izquierda se encontraba cruzando los dedos. — Por mi honor... — Sonríe. — Aunque sí me aceptas, también tendrás que aceptar todo lo que yo te diga. Es la única condición que te pongo. —

Fue ahí donde Yoo Jeongyeon cometió el peor error de su vida.

—¡Si!— Exclama corriendo a sus brazos. — Acepto... Acepto.... — Exclama con auténtica felicidad mientras lo abraza. El chico era más alto que ella pero lejos de rodear la con sus brazos solamente rueda los ojos con fastidio. Sí no fuera porque realmente necesitaría una cómplice, ni siquiera se habría tomado la molestia  en volver a saber de ella.  — Oh Jimin... Veras que no te vas a arrepentir de haberme elegido a mi. —

— Sé  que no... — Admite. Jeongyeon era tan tonta y estaba tan desesperada por tenerlo que haría cualquier cosa. Era perfecta para ser su segundona.

Alguien sumisa y sin mucho cerebro. Que fuera capaz de interponer sus intereses por encima de los de ella.

— Bien, Vayamos. Celebrar... — Dice Jimin. — Hay algo que quiero que hagas por mi... Sí  empiezas con esto te aseguro que podré confiar en ti, tomalo como una pequeña prueba. —

Ella frunce un poco el entrecejo. ¿Irse? ¿Ahora? Pero si estaban a mitad de las clases. Sin embargo su felicidad  es más y la ilusión de pode estar con Jimin le ganan así que decide seguirle.

*****

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*****

— Dime Jeongyeon... ¿Eres Virgen? — Pregunta el chico  mientras cepillaba el cabello azul de la menor.

Ambos estaban en la habitación de Park. Esta vez si se había asegurado de que El jefe estuviera en su Oficina para que no ocurriese otro accidente.

La chica asiente tímidamente pues sabe que él la está viendo a través  del espejo. Aquello hace sonreír a Jimin... Su nueva mascota era Virgen al igual que su princesa lo cual le complacía pue sería el primero de ambas.  Al menor Yoo le serviría para practicar para que cuando le haga el amor a Ryuji pudiese ser bueno.

Cuando el corto cabello finalmente esta bien amarrado Jimin deja un momento a Jeongyeon. — No me gusta tu cabello. — Dice sin tacto. — Por ahora usaras una peluca pero  quiero que lo tiñas de negro y que lo dejes crecer. — Ordena mientras  saca algo de su armario. Era una peluca de largos rizos y flequillo recto perfectamente  peinada y de color negro. Exacta el mismo  tono de Ryuji. — De ahora en adelante cuando tengamos sexo deberás usar esta peluca, al menos hasta que me guste tu cabello normal... Y podrás gemir, jadear o hacer cualquier sonido durante el acto pero te prohibo  estrictamente hablar... No quiero oir ni una sola palabra tuya mientras  tengamos sexo. — Dice colocándole la peluca.

Y apenas consigue ponerla bien sonrie. Se inclina para olfatear un poco el falso cabello y sonrie. — Oh Ryujinnie... Tu cabello huele tan bien... — Dice cerrando sus ojos. El mismo se había encargado de usar los mismos productos que solía usar su amiga para poder darle mantenimiento a la peluca. Las manos de este comienzan a tocar a Jeongyeon  de manera  inapropiada por encima del uniforme.

Pero ella se mantiene callada pese a sabe lo que Jimin hacia y pese a que no le estuviese gustando que mientras estaba con ella pensara en otra.

Jimin  besa su cuello y entonces la toma del brazo para arrojarla a la cama. No soportaba más... Iba a follarsela ahora mismo.

(Fin del flashback)

Maratón 3/4

"El Sótano" © [PJM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora