"El Sótano" © [PJM]

Capítulo 14.

– ¿A qué se debe la curiosidad? – Inquiere el mayor, aunque con una sonrisa.

– Y-yo...yo solo preguntaba. – Responde Ryu. – Es solo que, ahora que lo pienso. Nunca te lo he preguntado antes... –

– Descuida, Hay mucho que no sabes nena... las cosas han cambiado demasiado en estos 5 años. – Jimin le acaricia el cabello con dulzura, una dulzura que Ryu sabia que era falsa. – No tengo problema en decirte, pero... ¿Estás segura de querer saberlo? –

Ella asiente inconscientemente, realmente cuando una duda se le sembraba en la cabeza no había poder humano que se la quitara hasta averiguarla. Kim Ryuji siempre había sido tan curiosa como un gato.

Al verla, Jimin borra un poco su sonrisa y suspira. – De acuerdo... pero luego no digas que no te lo advertí. Espero que no te enfades conmigo ni te pongas celosa. No olvides que es por el bien del sustento de nuestra familia. – Aquello le intriga, mas porque Jimin luce serio y sincero. –

– Solo Dímelo... –

– Soy Actor de videos para adultos. – Dice serio.

Aquello hace que ella se levante y lo mire, Sus ojos se abren al tope y le mira como si este le hubiese dicho la estupidez mas grande de la tierra, Intenta estudiarlo, pero al ver que este espera expectante y serio. Ella ahora desvía la mirada... Dios, ¿Y si su hijo se enteraba? ¿Qué iba a decirle? Los padres de los compañeros de Young podrían reconocerlo y armarse un lio. – ¿En serio? – Pregunta. Entonces su cara se deforma a una de preocupación. – Ay no... Young Soo no debe enterarse de esto nunca. –

Sin embargo, Las carcajadas estallan en ese preciso momento. – ¡Dios, Nena! Sabía que seguías siendo pura e inocente pero no a ese punto. – Dice el chico entre risas. – Por supuesto que no... ¿Verdad que te engañé? – Este la atrae de nuevo. – Sé que soy terriblemente bueno en la cama nena, pero no tienes de que preocuparte, No hay ninguna otra mujer en la tierra que logre ponerme como tú. Soy solo tuyo, así como tú eres mía. – Dice intentando calmarse. – En realidad, Cuando pude recibir mi herencia y cobrar todos los seguros de vida del jefe, Supe que todo ese dinero debía usarlo bien, por nosotros. Necesitaba darte un patrimonio a ti y al bebé, Dejarlos bien asegurados. Así que lo use para comenzar mi propio negocio donde soy jefe. Por eso es que yo decido que se hace y cuando; Mi asistente ya tiene instrucciones así que hoy no pienso poner un pie allá. – Esta vez lo dice en serio. – Sí el jefe estaba bien asegurado por millones de Wons, No tienes ni idea como se encuentran tú, mi hijo y el futuro bebé de protegidos. –

El jefe.

Así era como Jimin se refería a su tío, O bueno, la manera más decente que había escuchado por parte de Park. Saber aquello por alguna razón le intriga. Aun podía recordar cuando el tío de Jimin murió... y ahora que lo pensaba todo había sido demasiado extraño, demasiado repentino.

La muerte de aquel hombre beneficiaba de tantas maneras a Jimin...

– Jimin, ¿Acaso tu...– Comienza a indagar, pero se queda a media pregunta pues justo en ese momento el celular de Park suena. Este observa la pantalla y sonríe.

– Pero mira nada más...– Dice. Y deja que ella mire el nombre que aparece en la pantalla.

Kim Namjoon.

– Sí me prometes que no harás ruido puedo dejarte escuchar...–

(Flashback)

Ryuji estaba preocupada por Jimin.

Demasiado a decir verdad...

No había sabido nada de él desde el fin de semana. Su tío había llegado antes de tiempo y por ende los había encontrado en una situación bastante comprometedora.

Justo cuando Ryuji estaba haciéndole una paja al chico en la sala de estar. De ahí solo recordaba, gritos, discusiones entre ambos y unos cuantos insultos de parte del Park mayor hacia su persona, mismos que Jimin no se tomó para nada bien.

Había terminado siendo echada a empujones por "El jefe". Y desde entonces ya no supo de su amigo, siendo sincera le aterraba la idea de que el tío de Jimin fuera a su casa y la acusara con su hermano y con Jin pero ahora comenzaba a preferir aquello que simplemente no saber nada de su amigo. ¿Y si su tío le había vuelto a golpear o algo peor? Ya no podía con la angustia.

– Jimin... soy yo, Ryu. ¿Por qué no viniste hoy a la escuela? Tampoco has contestado ninguno de mis mensajes... por favor regrésame la llamada o al menos dime que estás bien. Estoy muy preocupada por ti. Dice dejándole el decimoquinto correo de voz.

Estaba a punto de desmoronarse, se sentía culpable, aunque en todo ese embrollo ella era la mas inocente. No era buena controlando sola su ansiedad... normalmente Jimin era quien la calmaba abrazándola fuertemente, pero en esa ocasión no había nadie.

Su respiración comienza a agitarse cada vez más. Se sentía sofocada asustada, su pecho dolía bastante y entonces...

(...)

Eres el Sol que asciende otra vez en mi vida,

Una reencarnación de mis sueños de infancia,

No sé lo que son estos sentimientos,

Quizá esto también sea un sueño.

El sueño es un espejismo azul del desierto,

A principio, dentro de mí,

Estoy tan feliz que no puedo respirar,

Mi entorno se vuelve cada vez más transparente.

Escucho el océano desde muy lejos,

Camino por el sueño a través del bosque,

Y voy hacia ese lugar que cada vez se pone más claro,

Toma mis manos ahora,

Eres la causa de mi euforia...

(...)

Aquella voz y aquella melodía logran captar su atención, distrayéndola. Ryuji poco a poco detiene su llanto mientras avanza... ¿Quién podría estar cantando así? A esas horas ya casi no había nadie en el instituto y jamás había escuchado algo tan hermoso como aquello...

Ella asoma su cabeza con timidez en el umbral del salón, observando al interior y topándose con un chico en su interior. Al mirarlo, sintió como su corazón latía con fuerza.

Este cantaba mientras se encontraba frente a la ventana y... se estaba fumando un cigarrillo. Cuando menos se dio cuenta ya estaba caminando hacia él.

– ¿Jeon Jungkook? – Pregunta ella dudosa ya que no sabia bien si ese era el nombre del muchacho. El mencionado gira su cabeza mirándole sorprendido.

– Kim Ryuji... ¿Qué haces aquí? – Pregunta suave y se apresura a apagar el cigarro de un pisotón para que a ella no le hiciera daño. – Deberías estar en tu casa...–

– Ya me iba... pero te escuche cantar. – Menciona y sonríe apenas. – Es lo mas bonito que he escuchado. –

El muchacho sonríe también, era extraño ver a aquella niña sin su perro guardián, pero aquello le dejaba ver que los rumores acerca de lo bonita que era de cerca eran ciertos.

– Gracias. – Sonríe de vuelta. – Yo también estaba a punto de irme... ¿Quieres que te lleve? –

(Fin del Flashback.)