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- ¿Emilio?

- Sí, soy yo, se escucha distante.

- Te tengo en alta voz, estoy... tratando de prepararme un sándwich y tengo a Emiliano en mis brazos que no se queda quieto.

- Oh, entiendo, sólo quería... agradecerte por contarme lo de Emiliano, ¿Sabes? No fué cómo en muchas novelas que esperaste 10 mil siglos para decírmelo luego de verme.

Joaquín sonrió.

- Eres su padre, Emi y merecías saberlo.

- ¿Te fuiste enojado, ¿Porqué?

- Si supieras, Emi.

- Cuéntame, si quieres.

- Es un cuento algo largo.

- ¿Mañana? ¿Los puedo ver?

Joaquín sonrió, pero por supuesto, claro que sí.

- Claro, ¿En dónde?

- ¿No tienes que trabajar?

- A la mierda, Emilio, no me gusta esa estúpida empresa y no me gusta ser vicepresidente, es hora de que yo haga lo que yo quiera con mi vida, Uberto ya la jodió lo suficiente.

- Así se habla, entonces... no sé, ¿En dónde?

- Si quieres puedes venir a mi casa, no puedo salir mucho con Emiliano, mañana te explico porqué, pero... entonces ¿Sí?

- ¿En dónde es?

- Anota.

Joaquín le dió su dirección y Emilio lo anotó.

- ¿Te parece si almorzamos juntos?

- Me encanta la idea.

- ¿Llevo algo?

- ¿El postre? Sólo somos los 2.

- Ahí estaré, descansa, Joaco. Y dale un besotototototote de mi parte a Emiliano.

Joaquín volvió a sonreír.

- Se lo daré, descansa también, Emi.

- Bye.

- Bye.

- Adiós.

- Adiós.

- Descansa.

Joaquín sonrió.

- Tú también.

- Que duermas.

- ¡¡Emi!!

- Ya, ya, bye. Joaco.

Emilip colgó y Joaquín rió bajito.

- ¿Crees que tu papito aún me quiere, Emi? Sí, ¿Verdad?

Emiliano sólo bostezó, Joaquín hizo un puchero.

- Ya nos vamos a dormir, mi amor.

Joaquín se comió su sándwich mientras la leche para el biberón se calentaba, Emiliano se estaba durmiendo en su hombro, cuándo ya estuvo tibia ya había acabado con su sándwich, subió a la habitación y acostó al pequeño Emi en la cama para luego acostarse a su lado, le dió el biberón mientras él apagaba las luces, dejando la TV encendida. Esperó hasta que Emiliano estuvo completamente dormido, le retiró el biberón, lo dejó en la mesa, arropó al niño con las cobijas, besó su cabeza y se acomodó a su lado luego de apagar la TV.

- Buenas noches.

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Prejuicios // Adaptación Emiliaco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora