Emilio es un buen chico, buen amigo, buena persona, lo único diferente que tiene es que ama el color negro y le gustan demasiado las motos y los tatuajes. Un chico de una familia millonaria y prejuiciosa, muy prejuiciosa, llega a su vida y por cosas...
Emilio puso las manos en las mejillas de Joaquín y besó sus labios.
- Te adoro, bebé.
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Emily estaba sobre las piernas de Eduardo, y Edgar en las de Nikolás, el rubio no sabía cómo decírselo al pelinegro, los nenes apenas tenían 1 año y ellos habían sido descuidados y no usaron condón y eh aquí el resultado, 1 mes de embarazo.
- E-Eduardo.
Eduardo giró.
- Dime.
- ¿3 hijos te parece demasiado justo ahora?
- ¿Quieres tener otro hijo, Niko?
- Bueno, verás... creo que... ya viene en camino.
Eduardo se quedó inmóvil, alternando su mirada entre el rostro y el abdomen de Niko.
- ¿Cuánto tienes?
- 1 mes.
- ¿Porqué no me lo habías dicho?
- Creí que te enojarías.
- Dios, ¿Cómo me voy a enojar, Ni?
Eduardo puso la mano en la quijada de Niko y lo besó.
- ¿Ya te hiciste chequeos y eso?
- No, apenas la prueba de embarazo en casa.
- Iremos mañana.
- ¿Mañana?
- No puedo ir a la luna de miel sin saber qué tan seguro puede ser tener relaciones.
- Oh, vamos, Edu.
- No, si me lo hubieras dicho antes ya te hubieras hecho un chequeo.
Nikolás frunció los labios.
- Está bien.
- Estoy feliz de todas formas.
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Polo y Diego sí sabían lo que era el condón, por lo que el castaño no estaba embarazado, además la pequeña Cassandra tenía sólo 3 meses.
- Oh, miren eso.
Los amigos de Diego llegaron para verlo dándole biberón a la pequeña bebé, Polo rió.
- Es asquerosamente adorable.
- ¿No tienen nada qué hacer?
- No podíamos perdernos ésto.
Diego rodó los ojos sonriendo.
- Cuándo tengan hijos, me voy a vengar.
Todos alegaron que jamás tendrían hijos.
- Eso decía yo y mírenme, felizmente casado y con una hija.
- Bueno, con un chico cómo Polo, hasta yo me casaría.
- Te estás aprovechando de que estoy vulnerable, ¿Verdad? Y no puedo golpearte.
- ¿Bailas? - Dijo extendiéndole la mano a Polo.
- ¡Jason!
Todos rieron.
- Ya, ya, los dejamos en paz.
Todos se fueron dejando a la pareja y a su pequeña bebé.
- Exasperantes.
Polo besó la mejilla de Diego, no podía haber deseado a otra persona para casarse y ser el padre de sus hijos, al igual que el resto de los chicos, ningún tipo de prejuicio, ni ninguno de sus enemigos logró separarlos, porque al final... el amor lo puede lograr todo.
FIN
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Ahora sí con éste capítulo le doy fin a ésta hermosa adaptación.
