Entrenando a Exo (D.O Kyungsoo)

Entonces lo recordé

"Ahora mismo" había dicho el Señor Lee Soo-man. Gina se dirigía, en el anterior carro que la había traído del aeropuerto, al estudio donde EXO vivía, al parecer tendría que vivir con sus estudiantes, la idea no le entusiasmó demasiado, no creía ético que alumno y profesor vivieran juntos.

Llegó a lo que parecía una casa, algo privada eso sí, el chófer esperó la indicación para poder entrar, al parecer tenían buena seguridad, pensó ella. Al entrar por el portón se sorprendió, aquél lugar parecía una mansión, el chófer amablemente le abrió la puerta, ella sólo bajó aún sorprendida, había una fuente enfrente de la entrada de la casa, el color blanco le daba cierta amplitud y los ventanales la hacían lucir mejor, había un jardín rodeando toda la casa, un ruido la distrajo de su recorrido, la puerta se abrió dejando ver por un instante a un montón de chicos viendo a escondidas pero sólo salió un chico alto de tez blanca distintiva de los coreanos, a Gina le pareció ver un ángel, era tan guapo verlo que se quedo estática, sin darse cuenta él se acercó a ella.

— Usted debe ser la profesora— le dijo de repente, pero ella no contestó por estar embobada viéndolo —eh, tierra llamando a la maestra —pasó su mano delante de ella —¿no entiendes coreano?

— Ah~ —suspiró, con lo que regresó a la normalidad y se espantó al verlo de cerca — ¿Dijiste algo?—preguntó alarmada sintiendo como sus mejillas se sonrojaban

— Sí, que si tú eras la profesora

— Ah sí, así es, mi nombre es...

—creo que lo mejor sería que entremos para que te presentes con el resto de una vez — le dijo interrumpiéndola con una sonrisa

— Está bien — dijo embobadamente

No podía creer lo guapo que era, sus ojos rasgados pero con doble parpado era tan hermoso y su piel perfecta y tersa era inigualable, ese corte de cabello tan característico de los asiáticos que ella amaba le quedaba a la perfección, ni tan corto ni tan largo, se dio cuenta de las estupideces que pensaba y se dio un golpe en la cara, el chico la vio extraño pero sólo sonrió, Gina tomó sus maletas que había dejado el chófer en la entrada pero aquél chico se adelantó y las tomó por ella.

— Tranquila, una dama no debe cargar estas cosas —ella sólo dijo un gracias ya que fue lo único que le salió

Entraron a la casa y ella vio como un montón de chicos estaban en la gran sala esperando con curiosidad su entrada, el chico que llevaba sus maletas las dejó en el sofá que tenía cerca y se sentó junto a sus compañeros, ella los vio y de repente lo recordó.

—¡Claro! ¡Ustedes son ese EXO! —gritó de emoción al ver a los 10 chicos