A veces deseo que mueras

VI. El Emperador no quiere conocer a la Emperatriz

Hubo un silencio entre el Emperador y la Emperatriz, que no se habían reunido desde hacía mucho tiempo. Gorten pensó que el ambiente había cambiado. En el pasado, siempre había un frío que abrumaba el entorno, pero el silencio ahora se sentía como el silencio antes de la explosión, y la calma antes de la tormenta. Era completamente diferente a tener frío.

"Su Majestad".

Cuando Yvonne, que miraba a Karloi desde lejos, recobró el sentido y le habló, Karloi también abrió la boca. En lugar de palabras, se oyó una débil exclamación o un gemido.

Al oír la voz de Yvonne, recordó de repente un sueño que le había atormentado durante dos semanas. Por un momento, la Yvonne del sueño dominó la cabeza de Karloi. Yvonne, que se acercaba a él en un sueño, y...

De repente, todo su cuerpo se calentó mientras la sangre acudía a su cara.

"Me alegro de que hayas llegado bien".

Karloi habló rápidamente y se dio la vuelta antes de terminar las palabras. Era porque su cara estaba muy caliente. Él mismo se sentía como un loco. Un loco que no puede distinguir entre los sueños y la realidad.

El resto del grupo de la emperatriz miraba el lugar donde el emperador había desaparecido con caras de desconcierto. Se preguntaban si era sólo una mentira después de los rumores de que la fortaleza había mejorado. El Emperador que desapareció después de decir una palabra no parecía tener ningún afecto.

Yvonne tuvo una idea similar. Dijo que la trataría, pero aunque viniera a conocerla, no quiere verle la cara en mucho tiempo. Ella puede entenderlo en su cabeza, pero su corazón es complicado.

Más complicado fue ver al Emperador persiguiendo su desaparición como si hubiera esperado. Karloi había estado persiguiendo el rastro de catorce años. Cuando recordó a Karloi llorando en el jardín llamando el nombre de Lou, sólo quería morir.

"Su Majestad, pase".

Yvonne suspiró, asintiendo a las palabras de Mary Ann. No creía que pudiera ignorar a Karloi como antes.

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"¿Has encontrado algo?"

Asher, que siguió a Karloi a su despacho, no respondió fácilmente a la pregunta. Tenía tanto que decir que no tenía ni idea de por dónde empezar a informar.

"¿Por qué no contestas? ¿No hay nada?"

Asher sacudió la cabeza y organizó el informe en su cabeza.

"Fui al bosque oscuro".

"¿Y?"

"No hay nada. Es absolutamente devastador. No hay más que polvo y ceniza. Ni siquiera tengo un broche".

Era una respuesta esperada, pero el corazón de Karloi se hundió de nuevo. Últimamente, parecía confirmar varias veces que Lou ya no está en el mundo.

"¿Y?"

"La Emperatriz es... extraña".

Los nervios de Karloi se encendieron ante el relato de Yvonne.

"¿Cómo?"

"Hay una torre allí".

"Lo sé, la Torre Delua".

"Allí están los restos de la Duquesa. Pero ella comía y dormía allí, y la Emperatriz estaba casi siempre allí".

"¿Por qué es eso?"

La cara de Asher se arrugó por la forma en que Karloi habló.

"¡Es un cadáver! ¿Por qué querría una persona estar con un cadáver?"