A veces deseo que mueras

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En consecuencia, las palabras de Karloi eran correctas.

Después de ir a palacio, el trabajo se hizo en un abrir y cerrar de ojos. Tan pronto como se fijó la fecha de la ceremonia de la Reina, todo quedó terminado como si fueran cuentas enhebradas en un hilo.

Por lo tanto, Gorten dudaba de que la emperatriz estuviera retrasando el trabajo deliberadamente. No sabe cómo convenció al Duque, pues éste ya no iba a palacio.

"¿No te lo dije? Si la Emperatriz se hubiera decidido, habría sido posible terminar la obra rápidamente".

Karloi parecía estar muy incómodo diciendo eso, así que Gorten no dijo nada, lo cual fue una sabia decisión.

De hecho, después de visitar el palacio, Karloi se sintió frustrado. A menudo se quedaba atrapado cuando recordaba el aspecto de Yvonne, como si hubiera perdido la cabeza.

¿Por qué demonios hace eso? ¿Qué sentido tiene hacerse daño a sí misma? ¿Cuál es su razón para comportarse como una loca?

Karloi, que estaba leyendo el informe del palacio de la emperatriz, hizo una pausa.

"Gorten. ¿Estás seguro de la fecha de la ceremonia de la Reina?"

"Sí, estoy seguro, porque nos estamos preparando según los planes de la Emperatriz".

"...¿La Emperatriz eligió la fecha ella misma?"

"Ella debe haberla elegido. ¿Por qué, qué día es?"

El día fijado para la ceremonia de la Reina era la fecha del aniversario de la muerte de la Duquesa de Delua.

Así que era el día en que la esposa del Duque, y la madre biológica de la Emperatriz, murió.

Karloi no quería saber esta información inútil. Sin embargo, hubo un incidente que hizo que ese día fuera inolvidable.

Poco después de la entronización de Karloi, éste había puesto patas arriba la hacienda de Delua con diversas excusas, como investigaciones fiscales, e investigaciones sobre la posesión de importaciones ilegales.

Lo primero que hizo con las tropas tomadas del Duque de Delua, fue investigar las tierras y la casa del Duque. Pero, por desgracia, no salió nada útil.

Todos eran pequeños cargos, y no había nada que pudiera llevar a la confiscación de los bienes o a la privación de su cargo.

Pero ese día era el aniversario de la muerte de la duquesa.

En el Palacio Imperial, el Duque de Delua hizo una locura durante unos días, preguntándose cómo se atrevía el Emperador a dar este calvario en su día más triste. Creyó, de forma autocomplaciente, que Karloi había escogido deliberadamente ese mismo día.

Karloi envió al duque de Delua la hoja de una guillotina utilizada en el lugar de la ejecución debido a las tristes circunstancias del duque. Enviaba un mensaje al mundo de que no se detendría hasta su muerte. Los nobles se pusieron entonces en pie, como si esperaran el momento oportuno.

Los actos de Karloi se derivan de su condición de emperador temerario. Dijeron que no servirían a un Emperador al borde de la derrota, y le exigieron que se disculpara con el leal Duque y recompensara al leal servidor.

De todos modos, Karloi nunca pudo olvidar ese día.

Si al duque le pareció una fecha desafortunada, a su hija debería pasarle lo mismo, pero ella había fijado la fecha de la ceremonia de la reina en el aniversario de la muerte de la difunta duquesa.

¿Está diciendo que va a celebrar una fiesta el día en que murió su madre?

"Vamos a anunciarlo tal cual".