A veces deseo que mueras

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¿En qué demonios estaba pensando para beber veneno ella misma? Había bebido veneno, se había apuñalado a sí misma e incluso se había vuelto loca.

"Pregunto seriamente, ¿por qué estás haciendo esto? ¿Es porque realmente quieres morir?"

Su cara se transformó en ira en cuestión de segundos, y entonces se pareció al Karloi de siempre. Este era más familiar. Cuando por fin vio la cara del Karloi que conocía, Yvonne descartó sus sospechas, y respondió con amargura.

"...No es eso. ¿Pero no sería mejor para ti? Es lo que quieres de todas formas".

"¿Qué...?"

Karloi, sin saberlo, apretó la mano en la silla ante el absurdo comentario. Pero en cuanto vio la cara de Yvonne, se sintió débil. Un rostro inocente y limpio parecía sincero, como si no tuviera intenciones sarcásticas.

Sí, eso no está mal. El trozo de razón y conciencia que le quedaba le susurró a Karloi.

"...No es así, así que no digas eso. Entonces, ¿significa que incluso tomaste el veneno tú misma por mí?"

"¿Qué? ¿Qué es eso?"

"La Ceremonia de Coronación de la Reina".

El corazón de Yvonne se hundió con la respuesta de Karloi. Sin embargo, nunca debió mostrarse en su rostro. Yvonne dio fuerza a su boca cerrada. Ella ya había dicho 'no' una vez, por lo que es fácil de repetir.

"Vas a decir 'no', ¿verdad? Por más que lo pensé, sólo pude llegar a esa conclusión".

"Ya lo dijiste antes. Eso es una tontería. ¿Por qué iba a hacer eso?"

"Sí, eso es lo que me da curiosidad. ¿Por qué hizo eso la Emperatriz?"

Él no creyó lo que ella dijo, así que no hay nada que Yvonne pueda hacer ahora. Todo lo que tenía que hacer era fingir ser inocente y parpadear. Su corazón seguía latiendo rápido.

¿Qué es? ¿Qué descubrió? ¿Tenía alguna prueba? ¿O sólo está tratando de averiguarlo? No, qué pasa si hay pruebas. ¿Es contra mí? ¿Se lo digo al Duque?

"¿Por qué diablos la Emperatriz haría eso a menos que esté loca? Soy el único que se benefició de que lo hiciera".

"Su Majestad".

"¿Por qué no actúas como el Duque? ¿Por qué no me odias?"

Karloi estaba ahora mirando el pan en la mesa. No sabe de dónde se enfadó mientras hablaba, pero había un sutil enfado en su tranquila forma de hablar.

Yvonne se sentía como si le hubieran golpeado la cabeza varias veces, por lo que era difícil manejar su expresión.

"¿Por qué? Si sigo pensando en ello, aunque sé que parece una locura, sólo llego a una conclusión".

"...Está claro que estás malinterpretando algo".

"¿Por qué? ¿Y hasta llamas a mi apodo imprudentemente?"

Ella enroscó sus manos sudorosas y las apretó. Ella no debería evitar sus ojos. Mirando los ojos dorados de Karloi, Yvonne recordó. Sus ojos, que a ella le parecían todavía hermosos, eran como si se la tragaran.

"No lo entiendo. ¿Por qué...? ¿Por qué tienes un favor para mí?"

Karloi, que no se atrevía a decir la palabra "favor", cambió sus palabras a medias.

Yvonne era ahora incapaz de responder y tenía los ojos muy abiertos. Karloi se levantó medio impulsivamente y se acercó a Yvonne. Podía sentir la rigidez del cuerpo de Yvonne.