A veces deseo que mueras

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Tras despertarse, Karloi, que había estado tanteando un momento, se levantó de la cama, sobresaltado.

── ¡Lilian!

No había rastro de ella en ninguna parte del dormitorio a la luz del sol de la mañana. Como si lo de anoche hubiera sido un sueño.

Karloi salió del dormitorio con el rostro pálido. Estaba fuera de sí hasta para recoger su ropa. Como un loco, caminó por el pasillo gritando el nombre de Lilian, y al doblar una esquina, apareció Lilian.

── ¡Dios mío, Karloi! ¿Ni siquiera puedes ponerte algo de ropa?.

Aunque Lilian no estaba exactamente sola. Millenin le miraba con cara de bobo. Karloi ignoró a Millenin y se acercó a Lilian. La cara de Lilian enrojeció.

── Creía que habías cambiado de opinión y te habías ido...

Karloi abrazó a Lilian y murmuró.

── Hay alguien más aquí...

── Sinceramente, creo que es cierto. Es imposible que digas que te quedarás a mi lado, a menos que estés loca.

── No hagas una loca de las tuyas...

Lilian lo separó con dificultad. Tenía una cara que parecía avergonzada de Karloi.

── Sí, lo vea quien lo vea, el loco eres tú, Karloi.

Millenin intervino socarronamente. Lilian agarró ligeramente el brazo de Millenin como para detenerla y le dijo a Karloi.

── Fui a dar un paseo con Millenin.

── No hay nada que ver en Mach, ¿A qué clase de paseo fuisteis?

── Fue divertido. Millenin parece conocer mucha magia realmente sorprendente.

Al oír la palabra "divertido" salir de la boca de Lilian, Karloi se olvidó de responder. De todas las cosas que nunca le había dado, Mach.y Millenin Noka... Sintió vergüenza.

Millenin sonrió.

── Sí, Karloi. Tu Emperatriz lo disfrutó. Por cierto, me temo que tendré que dejarte sola.

── No es eso, Millenin... No me importa tenerte aquí.

Millenin sacudió la cabeza y desapareció por el pasillo opuesto.

── Entremos a ponernos algo de ropa.

Karloi miró sin comprender a Lilian, que tomó la delantera sin vacilar, y luego la siguió lentamente.

── Lilian.

── Sí.

── ¿Pero puedo abrazarte?

── … ¿No es demasiado tarde para pedir eso ahora?

── Ahora que lo pienso, pensé que no te gustaría... Pero no puedo controlarme. Te abrazo como si estuvieras loco cuando me despierto. Al menos dame una bofetada.

── Cállate y entra...

Lilian contestó arrastrándose y entró primero en el dormitorio de Karloi. Karloi estaba como un caballo suelto desde ayer. Es como un caballo que sigue corriendo aunque crea que necesita riendas... De todos modos, parecía un loco de una manera diferente a la de antes.

En cuanto entró en el dormitorio, Karloi sólo miró a los ojos de Lilian. Lilian miró hacia otro lado y preguntó.

── ¿Cuándo volvemos?

── ¿Eh?

── Me preguntaba cuándo volveríamos a Croysen. Estoy deseando salir de aquí.

Sólo entonces Karloi se dio cuenta de que Lilian realmente había decidido quedarse con él.