A veces deseo que mueras

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Cuando Lilian se despertó, estaba en la cama. Aunque técnicamente lo único que veía era el pecho de Karloi, tardó un poco en darse cuenta de que estaba en la cama.

Se sentía extrañamente fresca y ligera. No es que no hubiera dormido bien últimamente, pero el sueño de ayer le pareció especial, con reacciones por todo el cuerpo.

Lilian levantó suavemente el brazo de Karloi para que se levantara. Incluso durmiendo, su expresión no era agradable. ¿Qué demonios está soñando? Fue el momento en que le apartó los brazos con cuidado y se levantó ella misma.

── ¡No!

De repente, Karloi se despertó gritando.

── ¿Kal...?

Karloi miró a su alrededor con la mirada perdida durante un momento y miró a Lilian durante un largo rato. Un suspiro escapó de la boca de Karloi, que había frotado cuidadosamente la muñeca de Lilian con cara de medio sueño. Parecía aliviado.

── ¿Qué pasa?

── … Nada.

Se levantó lentamente de la cama con una cara que no se correspondía para nada con su respuesta. Antes de que pudiera siquiera ordenar su ropa, escuchó una presencia que venía de la puerta, y ésta se abrió.

── Dunya sabía que esto iba a pasar.

Asher entró en el dormitorio sin vacilar con cara despreocupada.

── ¡Asher, no puedes entrar antes de que te den permiso!.

En el fondo, Mary Ann y Jane gritaban.

Desde que volvió de Mach, el orgullo de Asher se disparó.

── Está bien, te lo ruego, sal un momento.

Jane arrastró fuera a Asher, que se puso como una fiera ante el frío recibimiento.

Karloi se tumbó junto al regazo de Lilian y pasó sus dedos por el largo pelo de Lilian como si estuviera bromeando.

── Ja...

Sus constantes suspiros le daban una idea de lo mucho que no quería volver a Purtu.

── Sólo tienes que hacer un poco más. Y entonces podrás volver.

── Y después de eso, tengo que ir a Purtu otra vez.

── No dura para siempre. No es como si no pudiéramos vernos para siempre.

── No lo entiendes.

Karloi miró a Lilian por un momento con cara de descontento. Tenía una cara muy parecida a la de Asher.

── Yo ...

Karloi, que estaba a punto de decir algo, frunció los labios.

── Está bien. Volveré en cuanto termine.

Lilian ladeó la cabeza y contestó, con cara de querer oír algo.

── De acuerdo.

Ante su escueta respuesta, Karloi murmuró para sí mismo, luego tumbó a Lilian a su lado y la abrazó.

── ¿Sabes qué...?

── ¿Qué?

Karloi eligió las palabras en voz baja. Había muchas cosas que quería preguntar. ¿Por qué no lo empuja? Ella lo abraza mientras él la agarra, y lo abraza mientras él la abraza. ¿Le esperará un poco más? ¿Quiere que venga antes? ¿Siente ella la sed que él siente?

No, sólo había una cosa que él quería preguntar. ¿Hay algún rastro de sentimientos similares a los de él? ¿Le gusta? Al fin y al cabo, se trataba de saber si ella podía amarle aunque sólo fuera un poquito.