Egipto, Diciembre del 1521
CIUDAD DE PI-RAMSÉS
Todo el palacio estaba hermosamente decorado, mi vestido resaltaba entre todos los demás y no era por ser de las telas más finas que había en Egipto ni por los bordados con hilos de oro, sino por el estilo de este. Hoy era un día importante, mi coronación, estaban aquellos que el faraón creía dignos de presenciar algo tan importante para él.
Karoma estaba a mi lado esperando a que las puertas de oro sean abiertas para dar inicio a la ceremonia, el sumo sacerdote había comenzado con un ritual a los dioses y mi padre estaba en su trono esperando declarar aquel decreto donde me nombraban como reina del alto y bajo Egipto, los nervios nos estaban comiendo y mi corazón latía como loco pero desde pequeña me habían preparado para este tipo de situaciones.
-Mi señora, es momento de entrar ya pidieron que pase a la sala de tronos.-la voz de mi fiel compañera sonaba tan emocionada que parecía ella que subiera al trono y yo solo la acompañaría.
Respire profundo y asentí para que abrieran las puertas que darían paso a mi destino, con la cabeza en alto y el rostro neutro camine en aquel pasillo que me hicieron la personas, podía escuchar sus exclamaciones de sorpresa y no sabia diferenciar el porque de estas. legue a los escalones que me llevaban al trono del faraón y por ende también al mío.
-Es la mujer más hermosa que pudieron ver mis ojos, ya entendí porque nunca se le permite salir del palacio.-la voz de aquel hombre no fue escuchada por nadie, ya que se encontraba escondido en un ventanal.
Mi padre se paró tomando la beka y el nejej poniéndolos cruzados sobre su pecho, su voz se oía lejana para mi, mis ojos miraron la hermosa corona que fue hecha especialmente para mi, reaccione cuando la sentí en mi cabeza y las personas aplaudían tuve que mostrar la sonrisa mas amable y fingida que pude.
-Ahora eres una reina y nadie podrá pasar sobre ti, recuerda esto hija mía, las mujeres son mejores gobernantes que nosotros y por eso les hacen creer que son inferiores pero tú nunca dejes que nadie pase por encima tuyo y si tratan de hacerlo mándalos directo con Anubis.- la voz de mi progenitor sonaba bajo solo para que yo pudiera escucharlo y ahí fue cuando mi sonrisa soberbia deslumbro en todo su esplendor.- ¡Que Ra ilumine el camino de nuestra reina!
Luego de los aplausos de todos empezó la celebración, las chiscas del harem bailaban con una fluidez estupenda, mis guardias estaban cerca mio disfrutando de todo el espectáculo, luego de una hora entro un guardia junto a un emisario que por su vestimenta pude deducir que era otomano haciendo que todo se quede en absoluto silencio.
-Mi señor, pido disculpas pero este hombre dice que tiene una carta que entregarle de parte del Sultán Suleiman.- aquel egipcio se había arrodillado ante el faraón Seti IV pero el otomano solo tenia la cabeza baja haciendo que el guardia lo golpeara en las rodillas haciendo que este caigan al piso.
-¡Yo solo me arrodillo ante mi sultán!- su voz sonaba adolorida y su intento de egipcio antiguo, mi padre estaba mirando esperando alguna reacción mía, la cual llego cuando vi que aquel guardia estaba sacando su espada para atacarlo.
-¡Alto!- mi voz sonó fuerte y clara con un leve tono de frialdad haciendo que aquel soldado bajara la cabeza, me acerque hasta el faraute para darle mi mano.- ¿Estas bien? lamento mucho esto pero estas aquí en Egipto y estas delante del rey de estas tierras así que por eso te pide hacer una señal de respeto.- el hombre parecía maravillado por mi y se le notaba algo sorprendido por lo fluido que podía hablar el turco.
-Pido disculpas su majestad.- esta vez hizo una reverencia a mi padre y luego se arrodillo ante mi para besar mi vestido, Ikeni se movió rápido frente al hombre para ayudarlo a levantarse.- Espero y perdone mis faltas, mi señora.
-Tranquilo, te llevaran a comer debes de estar hambriento también debes descansar luego empezaremos una audiencia para que nos des aquella carta.- miré a Ikeni y este lo llevo con él, gire para ver a mi padre y este asintió con un rostro de satisfacción.- ¡Les pido disculpas pero esta celebración llego a su fin!
La Reina salio con la cabeza en alto y todos quedaron maravillados con esa aura de poder que desprendía con cada paso que daba, su destino se estaba entrelazando con otro sin ella darse cuenta pronto no solo gobernaría su país sino todo el mundo.———————————————————————————
ME ADELANTÉ UN POCO Y LO HICE ALGO CORTO, AHHHHH GRACIAS POR EL APOYO QUE ESTÁN DANDO A LA HISTORIA, TRATARÉ DE ACTUALIZAR PRONTO LXS AMO.
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CLEOPATRA
Fanfiction- ¡Soy la favorita del sultán Suleiman! - Y yo soy la reina de Egipto, ¡Yo tengo sangre real! Pobre Hurrem; no sabe que muy pronto volverá a ser una esclava, porque Cleopatra es la reina del Mundo y te aniquilará si le estorbas.