- ¡Soy la favorita del sultán Suleiman!
- Y yo soy la reina de Egipto, ¡Yo tengo sangre real!
Pobre Hurrem; no sabe que muy pronto volverá a ser una esclava, porque Cleopatra es la reina del Mundo y te aniquilará si le estorbas.
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Mediterráneo,Febrero del 1522
20:00PM
MAR MEDITERRÁNEO
Las tropas de la Reina Cleopatra estaban llegando a Rodas pues de ultimo momento su soberana ordenó que ellos se adelantaran pues presentía que el Sultán otomano no sabia que los enemigos los hundirían más rápido de lo que él había planeado. Sin embargo ella estaba emprendiendo camino a dicha campaña cuando cerca de ellos vieron como lanzaban a un hombre junto a dos niños al profundo mar, la mujer dio un grito aterrado y su escolta principal se lanzó para rescatar a las tres personas mientras otros iban hacia el barco donde lanzaron a los antes mencionados.
Cualquiera pensaría que el convoy iba ser castigado por hacer tal acto sin una orden, pero eso era incorrecto pues sabían como pensaba su monarca y ellos están entrenados para ese tipo de situaciones que ocurrían mucho, sin olvidar que la mayoría de ellos fueron rescatados de esa manera por Cleopatra desde que era una niña y acompañaba a sus padres a ser tratados con otros reinos a pesar de que los demás no podían ver a la, en ese entonces, pequeña princesa ellos tuvieron ese honor y debido al gran corazón de ella predecían que de todas maneras les iba a ordenar salvar a esas personas y mas si estaban involucrados dos pequeños.
-¡Karoma, ve por mantas y dile a Paser que tenga todo preparado para revisar a los niños!- todos empezaron a moverse, mientras la mujer iba desesperada por ropa seca para aquellas personas que rogaba a todos los Dioses que estuvieran vivos.- ¡Muévanse muchachos, tenemos que sacarlos rápido de ahí!
Los niños fueron los primeros que llegaron a aquel gran navío, estaban inconscientes y casi morados, la mujer como pudo los tomo a ambos en sus brazos sin importar mojarse corrió hacia el sacerdote que junto a la sierva envolvieron a los pequeños con las mantas preparadas mientras él los trataba de reanimar. El siguiente en subir fue el hombre que también fue arrojado a las profundidades, pero este estaba consciente y se le notaba angustiado por los menores, el general secundario lo tenia apresado pues no sabían que había hecho para haber recibido ese castigo.
-Debes reverenciar ante la Reina, forastero.- murmuro el egipcio armado, Disebek era quien tenia apresado al otomano, lo empezó a palpar para ver si tenia algún arma, al no encontrar nada asintió hacia la mujer que miraba con ojos calculadores la situación.
- Por favor salvenlos, son apenas unos niños haré lo que sea peo no los dejen morir.- Sumbul dio una reverencia pero estaba sollozando, sabia que por las vestimentas de aquellas personas eran egipcios y según lo que le que decían sobre ellos tenia que tener mucho cuidado y no revelar mas información.
