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Tengo frío.

He tenido frío toda mi vida.

Y he dedicado mi existencia a buscar el calor.

Parece ser algo que la mayoría tiene,
¿por qué yo no?

Tengo la sensación de haber vivido en otra dimensión todos estos años,
no he recibido más que el papel de la espectadora,
¿algún día viviré?

Las cadenas que llevo comienzan a sentirse más pesadas de lo normal,
cada vez resulta más difícil moverse.

He tomado muchas malas decisiones
y he dicho las palabras incorrectas,
todo con tal de intentar sentir mi pecho arder,
pero nada funcionó y solamente conseguí perderme más.

Los años han pasado, las cicatrices se han curado, han surgido otras más,
y, aun así, en cada viaje he estado sola,
cada día me he sentido abandonada, olvidada.

Solamente me queda el sonido de las cigarras y los grillos por las noches.

Conozco tan bien el espacio vacío que hay en mi colchón,
es el mismo que hay en mi interior.

Nada parece ser suficiente,
nunca parezco ser suficiente.

Al parecer, no soy la única con un vacío,
pero, incluso los otros obtienen compañía.

Este mundo y su gente han tomado todo de mí,
se han llevado hasta el último suspiro,
les di todo lo que pude.

Y sigo sola, continúo caminando por este oscuro laberinto,
nadie escucha mis gritos, porque ya no hay nada más que puedan quitarme.

Recibir jamás ha sido lo mío,
siempre lo he dado todo, sin saber lo que se siente ser tocada sin ser herida.

He rogado cada día por un poco de calidez,
por ser envuelta en los brazos de otro ser humano,
por conocer el amor,
pero jamás he sido escuchada.

Tengo frío,
mis manos congelan todo lo que tocan,
y en mi pecho hay un hoyo negro, sin fondo.

Nunca he conocido el calor,
pero sí he sentido el filo de la daga clavarse en mi espalda, más veces de las que me gustaría admitir.

Todo lo que he pedido es ser amada,
y es lo que jamás he recibido,
parece ser que estoy condenada a vivir por siempre en este limbo.

La soledad es todo lo que conozco,
y mis sollozos lo único que escucho,
no veo la salida de este eterno y oscuro túnel.

Un sorbo de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora