Hola! les dejo cap :3
La playa estaba más o menos vacía a esa hora de la tarde. Salvo por algunos turistas y unas pocas familias, Gwen y Gerardo tenían espacio suficiente para relajarse sin que el ruido de las otras personas los molestara. El único sonido era el de las olas rompiendo contra la costa, el graznar de las gaviotas volando de aquí para allá y el viento que arrastraba granos de arena contra ellos.
A Gwen le hubiese gustado traer a Carol, abrazarla bajo una palmera y comerle la boquita a besos. Tal vez hasta la hubiese convencido de ponerse un traje de baño para meterse las dos al agua.
Esas fantasías tendrían que quedarse en eso: fantasías.
Se sentía derrotada por Natalia. Era como si todo lo bueno que tuviera en su interior, no valiera nada si se le comparaba con esa infiel de cabello rojo. Bueno, al final de cuentas, la decisión había sido de Carol y no de ella. Gwen entendió que debía aceptar la realidad y no esconderse en tontas ilusiones de niña de secundaria.
Resopló y decidió que lo mejor sería intentar olvidarse de esos malos sentimientos. Comenzaba a hartarse de sí misma y de las energías negativas que bullían sobre su cabeza. En vez de sentarse a llorar por una causa pérdida, se armó de valor y se quitó la blusa para dejar al descubierto la parte superior de un discreto traje de baño. También tenía la sección inferior debajo de sus shorts, pero no se los quitó porque eso habría llamado la atención de Gerardo.
Caminó hacia el agua y se sumergió en la primera ola que le llegó a la altura del pecho. Encontró divertida la idea de que, al bañarse, estaba limpiando su mente de esas ideas nada saludables que habían encontrado un sitio donde echar raíces.
No te preocupes. Si te obsesionas con Carol, perderás el poco orgullo que te queda. Eres una leona, mi ciela.
En cuanto salió y se sacudió el cabello, se encontró con que Gerardo estaba cerca de ella, tomando fotografías al atardecer con una cámara aprueba de agua. El chico estaba sin camisa, y los mechones negros de su cabello se le pegaban a las sienes.
—Digna de una postal —dijo Gerardo después de hacer un par de tomas. Se giró hacia Gwen y le pidió que sonriera.
La morena forzó su expresión y se pasó el cabello oscuro detrás de las orejas.
—¿Salí guapa?
—Te estorba el bikini.
La joven rodó los ojos y le lanzó al chico un manotazo de agua. Gerardo rió y respondió al ataque. A Gwen le entró en los ojos y tuvo que echarse para atrás y admitir su derrota.
—¡Ay, ya!
—Tú empezaste, señorita —rió el chico.
—Tonto. Con razón mi papá no quería que viniera contigo.
—¿Viste la miradita que me echó? Si te pasa algo, me cortará la garganta.
—Pues más te vale cuidarme.
—Como todo un caballero —dijo flexionando ambos bíceps.
Gwen rió y se exprimió el pelo.
—Le caes bien a mi padre. Te considera el único hombre que puede meterse a mi cuarto... con la puerta abierta, claro está. De hecho, pasas mucho tiempo en mi casa.
—Soy como tu hermano de otra madre.
Gwen volvió a reír y le dio un caderazo.
Gerardo volvió la vista hacia el atardecer. No faltaba mucho para que el sol se escondiera por completo. Otro día terminaba, pero al menos estaba gozando junto a Gwen. Independientemente de lo mal que ella se sintiera, él estaba agradecido con esas horas de su compañía.
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[Terminado] Amar otra vez [Historia Lésbica]
RomanceCarol pensó que su vida amorosa marcharía bien, y parecía que Natalia estaba muy enamorada de ella. Sin embargo, tras seis meses de relación, Carol se entera de que su novia la ha estado engañando con otra chica. Esto la obliga a revaluar su novia...