Somos Iguales | TORDTOM

No veo.

Se supone que al despertar vería el techo pintado de color azul, pero no, cada vez veía mucho más borroso, no comprendía del todo porque, no recordaba hacer una acción concreta para empezar a tener ceguera, a pesar de usar lentes no mejoraba del todo, cada día que pasaba, todo empeoraba, se sentía angustiado por perder por completo su visión ¿Pagar por una cirugía? Demasiado caro y no creía que los doctores encontraran mucho que arreglar por ahí. 

Sosteniendo ansiosamente las sabanas de la cama para evitar caerse, se levanto y camino con miedo hasta el baño, golpeándose varías veces la cara con la pared. Su amigo de sudadera verde notó aquello y soltó unas risas para quedársele viendo. 

Deberías de ir a que te revisen, no pienses que te cuidare cuando no veas nada. - Dijo de manera burlesca mientras observaba detenidamente como Tom intentaba lavarse los dientes.

El de cuencas vacías planeaba responderle de la manera más grosera que se le venia a la cabeza, pero decidió tragarse sus palabras y siguió intentando lavarse los dientes mientras tenía que soportar que el pelirrojo se uniera a la conversación para seguir criticando con el castaño la ceguera de su compañero. 

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Ahora estaba en la sala, tal vez viendo el canal más aburrido, pero ni eso podía disfrutar bien, entonces fijo la mirada en el techo para pensar sobre es que lo que podría estar causando este problema que no parecía tener vuelta atrás. ¿Tal vez fue aquella vez en la que un laser le quito y devolvió los ojos? Sería su única opción. 

¡Bien! ¡Tenía la respuesta! Ahora debía de encontrar una solución. No era lo que más quería pero debía de pedirle ayuda A ellos, Matt e Edd, su única salvación, solo debía de pedirles dinero prestado para costearle la cirugía y volvería a ver claramente, pero aquella idea le retorcía la panza, no era de pedir favores y mayormente los trataba de la mierda ¿Cómo estaba seguro que ellos darían un centavo por él? Pero debía de intentarlo.

Como niña del exorcismo Tom giro la cabeza para mirar como sus compañeros estaban conversando en la cocina, Matt cocinaba de nuevo a su vez que contaba una historia probablemente inventada sobre como salvo al reino de Skandinavia y Edd solo fingía prestarle atención para que cocinara más rápido y poder comer, en verdad no los podía ver del todo, pero sus voces eran muy ruidosas.

Edd. . . Matt. - Los dos ya nombrados giraron automáticamente la cabeza para fijar su atención a aquel que los había llamado . - ¿Sucede algo Tom? - Bajando el fuego de la cocina pregunto con curiosidad el más alto del hogar.

Tom al notar que tenía su atención se puso demasiado nervioso, debía de preguntarles pero el miedo era más grande, no estaba seguro de la respuesta, no quería parecer un tonto mendigo que necesitaba de su ayuda luego de mandarles a la mierda. El silencio puso incomodo a los dos chicos en la cocina ¿Qué debía de decirles? El de pelo de puntas no acostumbraba a decirles algo tan formalmente, eso les causaba inquietud. 

Yo. . .yo necesito su ayuda. - Sufriendo internamente respondió la pregunta, ahora tocaba escuchar las risas de sus dos compañeros por esa petición tan repentina y tonta, pero no.

¿Hablas sobre tu leve ceguera? ¡Pues tengo justo la solución! - Dijo con entusiasmo el narcisista, esto sorprendió un poco a el de cuencas ¿Qué era lo que se traía entre manos? Matt nunca fue de buenas ideas, y si se cumplían terminaban con muertes en masa.

¿Y que es esa TAL solución? - Pregunto curioso y algo inquieto el amante de la coca cola, no quería que el pelirrojo los mandase a él y a Tom a una muerte segura, ante esto, Matt empezó a contar su grandiosa historia - Pues, como te había dicho, cuando estaba salvando a la reina Alexa, se me acercó un mendigo y me dió una carta sobre un hospital cerca que cobraba barato, me dijo algo sobre que tuviera cuidado pero murió en ese momento. - Ante esa respuesta los que escuchaban atentos se aterrorizaron un poco, a Edd le preocupaba de verdad la capacidad con la cual Matt trataba las cosas.