No eres tú

292 30 13
                                    

¡Paul! - Ahora el pelo castaño pronunció su nombre de manera alegra, le mantenía en calma que alguien que conocía estuviera aquí.

¿Qué diablos hacen aquí? - Inmediatamente, el de cejas pobladas agarro de los hombros a los dos fugitivos y los llevo lejos de su compañero para evitar que los escucharán. - ¡No deberían de estar aquí! - Les dijo nervioso, no quería recordar la última vez que el nombre del trío fue nombrados por estás paredes.

¡Y eso queremos! Un enfermero al parecer nos atrapó aquí, estábamos intentando escapar. - El de sudadera verde se enojo un poco, no es que quisieran quedarse aquí más tiempo, su misión principal era encontrar al de cuencas y irse.

¿Y dónde está Tom? - Volvió a preguntar el soldado aún con pánico, se suponía que el alcohólico era el menos indicado para andar paseando por estos lugares.

Eso intentaba decir, Tom salto la cerca, pero escuche como algo se escuchaba y antes de poder nosotros pasarlo, decidí llevarnos de nuevo aquí. - Edd cambio de expresión al recordar que su amigo aún seguía perdido ¡Y peor aún! No podía ver bien.

Hmm. . . Probablemente fue el pelotón de soldados que entrenan a estas horas. - Se llevó la mano al menton y se puso a pensar, al parecer discutió con su mente un rato y al final decidió algo - Bien, me acompañaran, probablemente encontremos a Tom antes.

Paul miro de reojo a su compañero, este inmediatamente volvió de nuevo a aquel cuarto y la puerta secreta otra vez fue cerrada para camuflarse entre las paredes, se notaba que no quería ser parte de este desastre.

Bien, si tenemos suerte, todavía se encuentre en los al rededores, y no haya sido tan idiota para irse a ciegas - Ante aquello los dos sobrantes rieron en voz baja, si creían que Tom era capaz de irse sin rumbo a cualquier lugar, lo que los ponía más nerviosos.

El amante de la coca cola algo harto de el silencio incómodo, y el ambiente azechante pregunto - Y bueno. . . ¿Cómo te ha ido? - La pregunta sobre exaltó al de uniforme, no sabía con exactitud que responder, no acostumbraba a decir a lo que hacía en su área de trabajo.

Bueno. . . Es un ejército, supongo que las cosas nunca mejoran por aquí. - La respuesta dejo sin ideas al de pelo castaño, hace poco pensaba que esto era una cárcel, pero ahora estaban en un ejército, y si que uno grande por lo que Paul le había contado en un pasado.

Los tres se quedaron en silencio, más el pelirrojo quien no habia dicho ninguna palabra desde que encontraron al soldado, estaba algo incómodo y asustado, su cuerpo temblaba un poco y le aterraba la idea de saber que el de cuencas no se encontraba a salvó, rápidamente el de sudadera noto aquello y lo miro algo triste.

No te asustes Matt, él es algo escurridiso, no lo atraparan tan fácilmente - Tiro esas palabras para alentar a su amigo, no necesitaba más personas tristes en esta pequeña aventura.

Las palabras del de pelo castaño formaron una pequeña sonrisa de esperanza en el narcisista, en parte tenía razón, Tom aveces podría ser un idiota, despistado, insolente, lisuriento, irrespetuoso, irresponsable, violento, Insufrible, pero al menos en esa cabeza había algo de cerebro.

Después de pasar por algunos pasillos escondidos que se encontraban por el lugar, llegaron a lo que parecía ser la planta principal, al rededor suyo estaban puertas de metal ya oxidadas, Paul reviso el terreno para asegurarse de que no estaría nadie de chismoso fijándose quien pasaba, al final del pasillo se tomaron con una gran puerta azulada, resaltaba entre el ambiente ya que todo era grisáceo.

Está es la habitación mía y de Patryck.

¿Patryck? - Pregunto el de sudadera verde.

Mi compañero - Rodó los ojos y volvió a explicar - Estarán escondidos aquí hasta que encuentre a Tom, cuando lo haga, ya tendrán que valerse por sí mismos.

Somos Iguales | TORDTOM Donde viven las historias. Descúbrelo ahora