Tom machacaba con el pico de hierro la gran roca que tenía al frente, a todos los soldados los habían puesto a picar intensivamente por horas, no tenían una razón para hacerlo, pero si se rehusaban tendrían que ser castigados "En el hueco del infierno" un nombre muy fantaseoso para la mente de el de cuencas vacías, quien trataba de picar débilmente para que sus fuerzas no se agotarán. No era el más fuerte de ahi, todos a su alrededor tenían músculos sobresalientes, con cicatrices en todas partes del cuerpo, mientras él era un al parecer muerto de hambre.
Mientras Tom se escabullia en sus pensamientos negativos, Paul lo vigilaba desde lejos con una expresión sería para no dar sospechas, en el fondo se compadecía de su situación, pero a la vez era indiferente, Tom se lo había buscado, solo debía de esperar un poco más y probablemente no estaría en este problema.
¿Te has enamorado princeso? ¿O por qué miras a la rata de allá? - Apareció Yui cómo serpiente para darle un pequeño golpe a la espalda del de cejas pobladas.
Simplemente me parece gracioso por su condición, pero sabes que no soy de reírme. - No dejaba de ser el soldado temerario ni frío aunque mintiera.
Ja. . . Pues por suerte ya no lo miraras más, agarraran el orfanato de Alesund y lo convertiran en una centro de rehabilitación para drogadictos, ahí lo mandaré a esa sabandija. - Yui miro con un rostro despreciable al de cuencas vacías, quien ahora trataba de sacar su pico incrustado en una roca.
No creo que un centro de rehabilitación sea mejor que este lugar - Paul inconsientemente se mordió el labio, y por la ansiedad saco otro cigarro para encenderlo y de frente ponerlo en sus labios.
- Si, aunque la verdad me dará pena cuando se vayan.
- ¿Uh?
- Por qué nos quedaremos sin sacos de boxeo.
Yuri soltó algunas carcajadas, y miró a su igual, esperando la misma reacción, pero no la obtuvo, creía que su chiste era lo suficiente de mal gusto para provocar al menos la sonrisa del de cejas pobladas, pero este seguía inmerso en sus pensamientos, alzó una ceja, y Paul dejó de divagar.
Ah, claro, nuestros sacos de boxeo. - observó sus zapatos por un momento, estaba pensando en cómo podría sacar a los chicos de ese lugar, pero su voz de la razón también se cuestionaba el por que los ayudaba, no es que de verdad les importe sus vidas, o tenga algún tipo de vínculo con ellos, cuando estaba en la escuela a duras penas se hablaban.
Yuri noto las pocas ganas de su colega - Ahora esto es incómodo ¿De verdad no eres gay? - El rubio posiciono su dedo índice y pulgar sobre su mentón para pensarlo, nunca se había cuestionado si su compañero estaba más interesado en el plátano que en la papaya.
Deja de molestar, no lo soy - Paul estaba seguro de que amaba a las mujeres, solo tuvo una pareja en toda su vida, y fue una mujer, suponía que era prueba suficiente para reclamar su heterosexualidad.
Siempre estás al pendiente de Tord, eres como una niñera ¡Como su pareja! - El rubio abrió más lo ojos, pero antes de que pudiera decir algo más recibió un golpes en las bolas por parte de su contrario.
Cállate, y deja de gritar. - Después de aquel duro golpe, Paul no dijo ni una sola palabra más, dejando en ridículo a su compañero, quien inclino las piernas mientras daba pequeños quejidos de dolor y se tapaba su parte íntima con las manos.
Por supuesto, algunos soldados miraban la escena con muchas preguntas, y entre ellos estaba Tom, quien se preguntaba cómo aquel rubio pudo capturarlo siendo tan estúpido.
Mientras insultaba de las peores maneras a Yuri, una rafaja como de niebla inundó su vista, obligándolo a tallar sus ojos, se maldecia a si mismo, al parecer estar en ese lugar empeoraba su estado.
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Somos Iguales | TORDTOM
Hayran KurguTom empieza a perder la visión y solo una persona podrá ayudarlo.