-ˋˏ ANGEL ; LUREN ♡

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La alarma no sonó, pues Yukhei se encargó de quitarla antes de que su pequeño ángel despertara. En su lugar, el moreno lo abrazó fuerte por detrás mientras dejaba pequeños besos sobre su cuello y nuca.

Renjun se removió un poquito, y frunció el entrecejo mientras abultaba sus delgados labiecitos, más no abrió los ojos, ni despertó. Wong continuó dulcemente con aquellos besos por un tiempo, logrando que poco a poco su esposo fuese despertando entre pequeños suspiros.

— Buenos días, mi precioso ángel -Murmuró ronco Wong en el oído de su esposo. De inmediato Renjun se dio la media vuelta sobre la cama con cierta prisa.

Las miradas de ambos por fin se encontraron produciendo un cosquilleo muy familiar en la barriguita de Huang, quizás aquello no podía notarlo su marido, pero sí podía darse cuenta perfectamente de lo rojitas que se encontraban las mejillas de su menor.

— Buenos días, ojitos bonitos -Susurró con su encantadora voz hipnotizando aún más a Wong Yukhei. No dejó de mirar los mencionados con tanto amor mientras se iba acercando más al mayor si es que eso era posible.

Los labios del hongkonés lo estaban esperando con ansias, quedaban milímetros para que por fin el beso pudiera concretarse, sin embargo la puerta de la habitación se abrió de pronto.

Ambos se quedaron quietos sin poder continuar, lo único que podía escucharse eran pequeñas pisadas por la alfombra y cómo una personita muy pequeña subía a la cama.

— ¡Papá Xuxi, papá Jun! -Se trataba de Yuqi quien había despertado muy temprano. — ¡Escuela, escuela! -Gritaba la niña de 5 años y medio, estaba tan entusiasmada por su primer día en una escuela que e incluso ya estaba portando el bonito uniforme del colegio que Renjun planchó para ella una noche antes.

— Es muy temprano, Yuqi -Se quejó Wong mirándola con esa cara de sueño que a veces la asustaba. 

— Vale, pero no tenemos de otra, Xuxi. Iré a lavarme la cara y luego haré el desayuno -Dijo un Renjun rendido. Al final los dos tuvieron que levantarse de la cama e ir a asearme antes de cualquier cosa.

La niña corrió para ayudar a su papá Renjun a poner la mesa para desayunar, era muy pequeña, pero bastante lista. Yukhei terminaba de peinarse cuando fue a tomar asiento para recibir con una sonrisa lo que había cocinado su ángel.

— Muchas gracias, amor. Huele delicioso -La sonrisa de Wong no le cabía en el rostro. Injun simplemente sonrió muy sonrojado, y por fin su pequeña familia pudo comenzar a desayunar al mismo tiempo.

Renjun luchaba contra su hija para que no ensuciara el uniforme mientras el mayor de los tres reía ante tal escena sin dejar de comer.

Para ser justos Wong quiso lavar los platos, pero Renjun no lo dejó hacerlo todo por sí solo y le ayudó aunque fueran pocos. En realidad el menor no quería perderse ningún momento con su esposo.

Salieron juntitos del departamento para poder llevar a Yuqi al colegio que estaba por conocer con tanta emoción. Subieron al coche y la niña no dejaba de mover sus pequeñas piernas en el aire al estar asegurada contra el asiento.

Los ojitos de la nena se iluminaron cuando por fin su papá Xuxi se estacionó frente al enorme edificio que era ahora su colegio. Ella no cursó preescolar por lo que todo era tan nuevo para la niña y eso emocionaba a sus padres.

— Vamos, Yuqi. Es tu nueva escuela. Tendrás muchos amiguitos -Animó su padre Renjun cuando la niña se quedó parada justo en la entrada. Al parecer estaba un poco nerviosa también. 

Yukhei la llevó de su manita para apoyarla. La pareja la acompañó hasta su salón de clases y pudieron estar tranquilos al ver de lejos cómo su única hija se integraba a un ritmo impresionante.

— Estará bien, amor. No te preocupes tanto por nuestra Yuqi -Wong acarició la manita de su bello ángel mientras Renjun hacía una pequeña mueca para luego sonreírle finalmente.

— Sí... tienes razón. Yuqi es maravillosa -Rió suavemente.