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Después de cierto tiempo ignorándola, Yeonjun tuvo que enfrentar a Mihyun cuando se la encontró en la librería local. Quería comprar un par de libros más sobre docencia, pero corrió a esconderse apenas vio a Mihyun. Terminó entre los pasillos de antropología y sexualidad humana, solo para que su amiga lo encontrara tras un minuto de todos modos.

ㅡHey ㅡsaludó Mihyun, con una sonrisa amableㅡ. Escuché que renunciaste...

ㅡSí... ㅡYeonjun rascó su nuca, evitando su miradaㅡ. Lamento haber desaparecido sin contarte, no quería que te enojaras conmigo por dejarte sola en la editorial.

ㅡBueno, sí estoy frustrada porque ahora soy la única persona competente allí, pero no te culpo por renunciar ㅡdijo Mihyun, tomándolo bastante bienㅡ. Al contrario, si encuentras algún trabajito por allí, me avisas, que también me quiero ir.

ㅡLa editorial se caerá a pedazos si te vas ㅡrió Yeonjunㅡ. Y eso es justamente lo que merece.

Pasó los siguientes minutos conversando con Mihyun sin problema alguno, aliviado por el hecho de que no le guardara ningún tipo de rencor. Al contrario, estaba emocionada por su nuevo trabajo, lo que le permitió a Yeonjun compartir su alegría con alguien más, por fin.

Después de todo, habían sido buenos amigos desde el colegio, y sabía que podía confiar en ella en temas desde el trabajo hasta sus catastróficas relaciones románticas. Mihyun ya estaba casada y tenía un hijo, así que estaba en otra etapa de su vida, pero eso no quitaba el hecho de que fueran contemporáneos.

ㅡ¿Quieres ir a comer algo? ㅡsugirió Mihyun, después de haber paseado por prácticamente todos los estantes de la libreríaㅡ. He probado varios en toda mi vida, pero el puesto de brochetas al que íbamos en el colegio sigue siendo el mejor de todo el país.

ㅡOh, claro, vamos. ㅡYeonjun aceptó, ya que encontrarse en el puesto de brochetas se había convertido casi en una tradición para ellosㅡ. De paso me cuentas a quién le rezaste para tener un matrimonio estable, porque yo-

Como si lo hubiera invocado, sintió el ruido de un par de notificaciones en su bolsillo, lo que lo llevó a tomar su celular de inmediato. Sonrió al ver que, tal como esperaba, se trataba de Beomgyu.

Trust fund baby
> hoy estaré solo en casa 🥰
> ven. tengo tres horas.

¿Tres horas desde ahora?

> sí, apúrate

ㅡUhm, ¿podemos ir por las brochetas otro día? ㅡle dijo a Mihyun, quien perdió la usual sonrisa amable que portabaㅡ. Lo siento, es que estoy viendo a un chico, y me dijo que vaya a su casa...

ㅡYeonjun... ㅡTomó un suspiro y le echó una mirada de suspicaciaㅡ. ¿Estás listo para otro chico?

ㅡSí, ya pasó un año desde Jingyu ㅡrespondió, en referencia al chico con el que había estado por cuatro añosㅡ. Además, no estamos saliendo oficialmente, es solo casual.

ㅡ¿Y tú estás cómodo con eso?

Soltando una risa ligera para no llorar, Yeonjun dio su respuesta. Por supuesto, Mihyun le echó una mirada entre el reproche y la compasión, dándole unas palmaditas sobre el hombro.

ㅡEstoy desesperado por cariño, y él es... poco cariñoso, pero en su rudeza encuentro cierto comfort, ¿sabes? ㅡTrató de justificar su situación, ante lo que Mihyun comenzó a negar con la cabezaㅡ. Siento que esconde algo profundo, y parece ser una linda persona debajo de la coraza de niño rico...

ㅡSiempre es así. Te gusta un chico con problemitas, piensas que puedes arreglarlo, te inspiras y escribes para tus novelas, fallas en el intento de arreglar a dicho chico con problemitas, te rompe el corazón y terminas estancado en la enésima crisis de tu vida.

st. geneviève ; yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora