st. geneviève ; yeongyu

016

Minutos antes de la asamblea en la que se anunciarían los resultados de las elecciones, a Yeonjun le llegó un correo con los resultados oficiales a detalle. Apenas recibió la notificación, se le detuvo el corazón. Estaba más nervioso por esos resultados que por las elecciones presidenciales del país.

Se apresuró en abrir el correo desde su computadora, ignorando los grados menores para pasar directamente a tercer año.

Tercero A
> Choi Soobin: 12 votos
> Choi Beomgyu: 11 votos
> Blanco/nulo: 1 voto
[docentes aceptan estos resultados]

Ouch. Yeonjun apretó los dientes en una mueca de algo entre pena e incomodidad, porque no quería siquiera imaginar cuán frustrado estaría Beomgyu con ese resultado tan ajustado.

Sin embargo, se vio a sí mismo cambiando esa mueca por una sonrisa de alivio poco después. En el fondo, sentía que Soobin era capaz de hacer un excelente trabajo como delegado, que haría el esfuerzo por cambiar la cultura tóxica del colegio y que estaría abierto a escuchar las ideas de Beomgyu, haciendo lo posible por afianzar su propuesta del club de cine, así que todos ganaban.

De igual forma, aunque estuviera descontento, no podía hacer nada para cambiar los resultados. Estaba seguro de que habían sido elecciones justas y transparentes, por lo que Beomgyu debía aprender que no siempre era posible ganar. Más aún, se supone que él ni siquiera estaba tan interesado en política estudiantil, lo único que quería era liderar el club de cine, que, en teoría, Soobin y los otros delegados podrían ayudar a abrir. Si Beomgyu hubiese ganado, hubiese estado ocupado con ambos asuntos, con aún menos tiempo de descanso que el alumno estresado promedio. Así que, desde la óptica democrática y personal, quizás la persona correcta había ganado.

Aún así, Yeonjun sintió un escalofrío de solo pensar en cómo respondería Beomgyu al escuchar el anuncio oficial. Estaba tan acostumbrado a verlo obtener lo que quería que no tenía idea de cómo se comportaría cuando su derrota sea públicamente anunciada.

Revisó los resultados de los otros salones rápidamente, y no se sorprendió de la gran mayoría. El único que le hizo alzar una ceja fue tercero B, ya que el inicial ganador había sido Mingi, a quien conocía como parte del grupito de populares, pero un par de docentes se opusieron a los resultados, así que el ganador terminó siendo Kai, un chico tranquilo del club de música. Francamente, Yeonjun estaba satisfecho, pues parecía que todos los salones tendrían a un delegado decente.

Llegada la hora de la asamblea, se dirigió al auditorio, donde se llevaría a cabo la presentación de resultados. Para no destacar mucho, se sentó por el fondo junto con Olivier, aguardando la llegada de la directora y el subdirector.

ㅡ¿Qué piensas de los resultados? ㅡle preguntó a Olivier, en voz baja.

ㅡNo los leí ㅡrespondió, volteando con una media sonrisaㅡ. Me gusta recibir la sorpresa junto con los alumnos.

ㅡOh, entonces te diré para arruinarte la sorpresa ㅡbromeó Yeonjun, ahora que le tenía cierto grado de confianza a Olivierㅡ. En primero A-

ㅡNon! Arrêtez!

Dramatizando, Olivier le dio un empujoncito y colocó una mano sobre su boca al inclinarse cerca a su rostro, un gesto de suma cercanía para lo que estaban acostumbrados. Para desgracia de Yeonjun, coincidió con el momento en el que la profesora Park, tutora de tercero A, guiaba a sus alumnos hacia sus asientos, pasando por el pasillo a su lado.

ㅡ¿Olivier y Yeonjun? ㅡmurmuraron un par de alumnas, riendo, pues seguro no se imaginaban que sus docentes las escucharíanㅡ. Hot.

Avergonzado, Yeonjun buscó alejarse y apartar la mirada. Cuando volteó hacia el pasillo, por supuesto que se encontró con la mirada de reojo de Beomgyu.