024

11K 1.2K 197
                                    

𐐪 jk pov's ɞ

No sé como explicarlo, pero cuando corrí a la puerta pude saber que estábamos a punto de cambiar. Era algo extraño, una sensación que me recorría el cuerpo y me avisaba que algo iba a ocurrir.

Cuando abrí la puerta y lo vi con los ojos llenos de lágrimas solo lo atraje a mi para abrazarlo fuerte. 

No me importó el mareo y la descompostura, ni siquiera la sensación asfixiante que estaba teniendo. 

Solo quería abrazarlo y protegerlo. 

Pensé que íbamos a cambiar, pero no sucedió porque al abrazarlo el mareo y la extraña sensación se detuvo. Simplemente desapareció, por otro lado Jimin se rompió en mis brazos. 

Escondió su rostro en mi cuello y yo pude sentir sus lágrimas y respiración agitada. Algo le había pasado...algo le habían hecho.

—Jimin lleg...— mi hermana se detuvo al ver la escena y un sentimiento de preocupación se alojó en su rostro. 

Sin vergüenza y sin dudar se acercó hasta nosotros y abrazó a Jimin por la espalda, provocando que el rubio llorará aún más. 

—Ya— susurré dándole un beso en el cabello— Ya va a pasar… 

Nos quedamos así, por varios minutos en donde Jimin no se separó de mí en ningún momento. Mi hermana se vio obligada a hacerlo para cerrar la puerta, ya que él frío estaba invadiendo nuestro hogar. 

Mi madre solo observó la escena y con su cabeza me indicó que lo llevase a mi habitación. 

Costó bastante, Jimin no quería exponerse a las miradas de mi madre y hermana por ende subir las escaleras con él escondido en mi cuello fue todo una batalla. 

Pero una vez lo hicimos lo guíe hasta mi cama, nos sentamos —él encima mío porque se negaba a salir de su escondite y nos quedamos así por varios minutos. 

Al principio su llanto era desesperado, estaba agitado y dolido, cosa que me dio a entender que lo que sea que hubiese ocurrido fue relacionado con su familia. A medida que pasaba el tiempo se iba relajando, tal vez gracias a los besitos que le daba en el hombro o a las caricias que proporcionaba en su espalda. Pero el llanto se detuvo y Jimin por fin habló.

—Lo siento— murmuró con un hilo de voz— no quería llegar así y arruinar su noche. 

—No arruinaste nada— contesté inmediatamente intentando buscar su rostro, pero él seguía escondiéndose— Todo lo contrario, te estábamos esperando. 

Cuando pude mirarlo a los ojos, no dudé en limpiar esas lágrimas que caían por sus mejillas. Le dí un beso en los labios y solté un suspiro. 

—¿Noche difícil?— pregunté bajito y él asintió con pena. 

—No tendría que haber ido— murmuró bajito— a la próxima voy a hacerte caso y me quedaré aquí contigo. 

Yo negué sonriendo y acaricié su mejilla— Está bien, hiciste lo que tenías que hacer y sigues intentando llevarte bien con ellos. ¿No puede darte eso un poco de paz? Tú te esfuerzas y  lo intentas, y eso es suficiente. 

—No parece ser suficiente— murmuró con voz rota mientras que sus ojos se llenaban de lágrimas. 

—Lo es amor, es suficiente— aseguré limpiando aquellas que se deslizaban por sus mejillas— Estás dando todo, si ellos no son capaces de verlo es porque no te merecen ni a ti, ni a tu amor. 

Jimin apoyó su rostro en mi hombro y soltó un suspiro. 

—Me trataron de mentiroso, mi cuñado se me insinuó. Cuando le dije a mi hermana ella no me creyó y me dijo que me perdiese, que nadie me extrañaría— susurró con voz débil. 

🪐 I'm you(rs) [ km; au ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora