Extra: Hechizo de amor.

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Lee Chaemin nunca tuvo paciencia y no la culpen, ella siempre lo advirtió. Su mal humor y su facilidad para ser irritada no es algo de lo que ella se enorgullece pero al menos intenta controlarlo lo más que puede. 

Pero esa noche, Jungkook y Jimin lograron superar los niveles. 

Esto comienza el día diez de diciembre. Chaemin ya había recibido dos empujones por parte de Jimin, este por estar distraído hablando y bailando con su novio, le pegó dos culazos a la chica que la sacaron de quicio. Pero no se iba a pelear en medio de tanta gente, sino que directamente decidió alejarse lo máximo posible de Park Jimin. 

Ese chico no le agradaba demasiado, pero algo le decía que ese chico no era así por gusto y por ende simplemente intentaba no acercarse demasiado a él. Una vez se habían peleado y resistió el impulso de volverlo un sapo. 

Así que esa noche decidió enfocarse en divertirse y sus ojos encontraron al chico ideal para ello. 

Jeon Jungkook. 

Un estudiante de medicina que tenía una excelente reputación, no solo como persona sino también en la cama y eso a ella le interesaba. Así que luego de checar su maquillaje, peinado y aliento se dirigió con la intención de conquistar a aquel chico. 

La runa de belleza en su brazo y una sonrisa radiante eran suficientes para que cualquiera pudiese caer a sus pies. 

Pero esa noche no funcionó con él.

—¿Qué haces esta noche luego de la fiesta?— preguntó después de haber entablado lo fácil de esa conversación. 

Ya saben, lo que es obligatorio. ¿Cómo te llamas? ¿Cómo la estás pasando? Y esas preguntas que parecían innecesarias pero al parecer se debían hacer. 

Jungkook hizo una mueca. 

—Ir a casa— contestó y estiró su cuello para buscar a alguien. 

Chaemin se había percatado de que ese chico estaba disperso… o estuvo buscando a alguien durante toda su conversación. 

Ninguna de las dos cosas le agradaba.

—¿Quieres hacer algo después?— propuso y él castaño abrió su boca sin saber qué decir. 

¿Cómo hacía para rechazarla sin que se ofendiera? 

—Lo siento, le prometí a mamá que iría esta noche si o si a casa— sonrió con dulzura— pero gracias por la invitación, tal vez otro día será. 

Con un pequeño empujón accidental por toda la gente que había, Jungkook se marchó dejándola sola. 

Chaemin frunció el ceño, claramente él le había mentido. Así que cuando el chico por fin encontró lo que tanto andaba buscando, la chica lo siguió con la mirada hasta que finalmente dió con lo que le robaba la atención de Jungkook.

—No puede ser cierto— murmuró al ver a Park Jimin. 

La chica simplemente negó y se volteó para salir al patio de aquella casa.

No iba a ganar contra Park Jimin, vamos… ya claramente iba pérdida si esperaba conquistar a un chico con otras inclinaciones. 

Así que ni siquiera lo intentó, y salió en busca de un poco de paz. Tanta gente la abrumaba y más esas noches dónde la magia era tan fuerte. 

Miró la luna e hizo una mueca, apenas se veía por lo nublado que estaba. Tal vez tendría que haberse quedado en su casa,  una película junto a su gato hubiese sido más interesante. 

Su atención fue completamente llamada cuando dos chicos comenzaron a pelear a orillas de la piscina. 

Frunció el ceño al verlos y se quedó pensando en ¿cómo era posible que eso estuviera ocurriendo? Jungkook se veía muy interesado en Jimin. ¿Tal vez tenían algo y estaban peleando por eso? 

Presto atención y por varios segundos intentó leer sus labios, pero no consiguió entender nada. Así que no dudó y comenzó a acercarse a ellos con la intención de escucharlos de cerca. 

Para su mala suerte, parecía que Jimin amaba darle empujones porque eso fue exactamente lo ocurrió. 

Perdió el equilibrio y terminó en el piso. 

Él ni siquiera se disculpó y solo la dejó allí tirada. Estaba a punto de contestar cuando alguien acudió a su ayuda. 

—Lo siento— susurró en voz baja Jungkook— Disculpalo, debe haber bebido mucho— excusó y ella observó al rubio como se agarraba la cabeza. 

Pensó que ahora iba a poder decir algo, pero luego de haberla ayudado Jungkook fue tras Jimin y comenzaron a pelear por segunda vez frente a ella. 

¿Qué les pasaba?

Se quedó mirándolos extrañada porque tal vez era lo más extraño que iba a presenciar en su vida. 

¿Por qué detectaba en ellos tanta tensión y tristeza al mismo tiempo? 

—Si, son insoportables— soltó una voz a su lado haciéndola exaltar. Chaemin miró a un costado y se encontró con un rubio alto— Soy Seokjin, amigo de aquel— señaló a Jungkook. 

—¿No eres amigo de Jimin?— preguntó y el rubio negó.

—Ojalá, pero soy amigo de uno o de otro— rió— se odian, aunque yo no creo que sea tan así. Solo me gustaría que se conocieran bien. 

La chica inclinó su rostro y miró con curiosidad a Seokjin. 

—¿Conocerse bien?— repitió.

—Si ya sabes, tal vez un trabajo que los haga unirse más pero lamentablemente eso no pasa aquí— puso los ojos en blanco— por mientras no podemos hacer más que aguantarlos pelear todos los días. 

La castaña miró y observó cómo el rubio le lanzaba su bebida al castaño. 

—En fin, iré a ayudarlos antes que se apuñalen— sonrió y sin más que decir se marchó luego de una reverencia dejando a la chica sola y confundida. 

Puso sus ojos en blanco y nuevamente decidió esquivarlos, así que se metió a la casa y comenzó a divertirse con la intención de olvidarse de aquello que Seokjin le había dicho. 

No era su problema y por ende no se metería. 

Pero claro que no sería tan fácil, porque durante todo lo que restaba de la noche se la pasó viendo escenas iguales donde aquellos dos chicos solo se buscaban para pelear y sus amigos debían separarlos. 

"Perdónalos, viven peleando y para mí es porque no se dan cuenta de lo que sienten… o tal vez si, solo que no quieren asumirlo."

"Es agotador verlos pelear todo el rato, ojalá se conocieran y también se pusieran en el lugar del otro. Estoy seguro que así dejarían de pelar y ser tan irritantes." 

Tal vez uno no fue tan amable, porque incluso la llamó ridícula cuando ella se interesó en ayudarlos con algo tan simple como un pequeño hechizo de sinceridad y eso le molestó. 

No quería meterse en la vida de esos dos chicos, pero por algo estuvo viéndolos toda la noche. ¿Tal vez debería darles una ayudita traviesa?

Chaemin sonrió y no dudó en hacerlo, aprovechó esa hermosa noche e hizo de las suyas. 

Un poco de motivación para un beso, un simple hechizo de unión de almas sin huésped, una pequeña pérdida de memoria y un hermoso final para ellos y a quienes rodean. 

Solo los estaba ayudando a aclararse, si se amaban iban a aferrarse a esos sentimientos y si en realidad era odio lo que había...sería lo único que perdurará entre ellos. 

Pero Chaemin no esperó que ellos se demorarán tanto en aclararse. ¿Qué tanto escondían aquellos chicos? 

🪐 I'm you(rs) [ km; au ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora