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"Hogar"

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Narradora Pov

Tener la mente hecho un total rompecabezas, era decir poco. La mente de Akko no había dejado de trabajar desde que abandonó el bosque y llegó a su hogar, sin embargo, aunque quisiera seguir pensando en las nuevas cosas que descubrió en ese viaje inesperado, no podía.

Al estar tan sumida en sus propios pensamientos, no se percató que un señor de aproximadamente cuarenta y cinco años la esperaba con inquietud sentado en las escaleras traseras del pasillo de madera del hogar.

—¡Akko! —gritó sacando a la castaña de su mente casi al instante.

La ultimo que pudo ver fue a su padre abrazándola con todas las fuerzas mientras intentaba no llorar de felicidad y alivio. Akko no correspondió quedándose congelada. ¿Qué pasaría si le contaba a su progenitor lo que había pasado? Era probable que no le creyera, puesto que, Johan nunca tuvo alguna vez creencia en la magia.

Para su sorpresa, no era el único que se hallaba esperándola con impaciencia. Dentro del hogar salieron algunas personas que conocía. «Sra. Finnelan, Holbrooke, Chariot, Croix, Constanze, Mary, Barbara, Sucy, Angelica y...» Sus parpados se abrieron en grande de la sorpresa. «Andrew...»

El joven castaño se encontraba recostado en el marco de la puerta con sus brazos cruzados mientras la miraba con el ceño fruncido. ¿Ella había preocupado a todas esas personas? No quería pensar como estarían las otras que recién conoció antes que la castigaran, aunque probablemente no le tenían tanto afecto como para estar en su hogar a tan altas horas de la noche.

—¿Dónde estabas? Estábamos preocupados —dijo a la vez que le quitaba delicadamente un mechón del rostro a su hija.

—Y-yo... —«No puedo». Ella no podía decirle—. E-estoy bien... —contestó dudosa. ¿En verdad se encontraba bien? Las cosas que rondaban por su mente le decían lo contrario.

La guardiana era un ser sumamente poderoso que vivía en un bosque mágico del cual nadie sabía, excepto ella y los del otro mundo o universo. El Árbol era más importante de lo que pensó, y la vida en ese lugar tenía igualmente su relevancia. Aparte de eso, había conocido a otras versiones suyas, aunque la última no le gustó para nada.

Era mucha información lo visto y escuchado, y necesitaba encerrarse en su habitación para escribir en su cuaderno las maravillas descubiertas. Además, las cosas que pasaron entre ella y la guardiana eran digno de recordar. La calidez de Diana era más placentera de lo que imaginó alguna vez.

En otros mundos la guardiana y ella estaban juntas, sin embargo, ¿En este lo estarían también? Esa pregunta no la dejaría dormir por las noches. No estaba segura de que ocurriera, pero, tampoco tenía sus dudas y seguiría intentando hasta conseguir su completa atención y cariño. Quería que Diana la quisiera de la misma forma que ella lo hacía.

—L-lamento preocuparlos —soltó desconcertada tomando distancia de su padre.

Le resultaba un poco extraño el afecto de su progenitor. Era probable que se debiera a su enredo mental y aspiración por agarrar un poco de aire de tan abrumador viaje. Quería respirar en ese momento, pero sabía que su padre no la dejaría.

—Qué bueno que estás bien —habló la dueña de la biblioteca—. Nos tenías bastante preocupados. Desapareciste por tres días.

Akko la miró con sutil vergüenza y le sonrió con gentileza.

Bosque Mágico (Diakko♥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora