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''¿Tía?''

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Narradora Pov

—Pero, ¡Que grande está! —exclamó alegre una señora, aproximadamente de unos cuarenta años.

Akko la miró un poco asustada.

—¡Que grandes están todas!

—Hola, tía Bertha —dijo Amanda pasándola, por un lado—. Adiós, tía Bertha.

La señora parpadeó confundida.

—¿Y qué le pasó a esa? —le consultó extrañada a su hermano, que se encontraba a su costado izquierdo.

Johan levantó sus hombros e hizo una ligera mueca en sus labios. Ella entendió dando un leve asentimiento.

—No estuviste cuando Akko nació. Las cosas se volvieron algo... complejas desde que ella falleció. No te vi en su funeral, tampoco.

—He estado ocupada. Ya conoces mi trabajo.

—Es extraño que una mujer trabaje.

—Lo sé.

Bertha dirigió su mirada a la chica de cabello rubio que no le había prestado ni la más mínima atención desde que se presentó en aquella casa. Lotte, se encontraba sumida en su mundo dando a entender que no deseaba simpatizar o ser interrumpida por nadie en ese momento.

—¿Cuántos años tienen? —susurró para que únicamente a su hermano escuchara.

—Lotte diez. Amanda doce. Y Akko cumple ocho —le contestó, de la misma manera.

—Oh... —musitó la señora—. ¡Les traje unos regalos! —exclamó en canto, para luego agarrar la maleta que había dejado a un lado de su pie derecho.

Akko jugó con sus dedos sintiéndose nerviosa e inquieta. Las únicas personas de las cuales recibía obsequios, provenían de su padre y de algunas personas del pueblo. Eso incluía a sus amigos. Andrews, le hizo entrega de lo mismo de todos los años: una barra de chocolate creada por sus manos. Constanze, se dedicó en ese día más a escucharla y enseñarle uno de sus nuevos proyectos en proceso; le obsequió un aparato que todavía no había descubierto su función.

Luego de que Bertha le hiciera entrega del presente, Akko agitó ligeramente la caja en sus manos tratando de descifrar que se hallaba dentro. En los labios de Bertha, se creó una pequeña sonrisa por lo tierno que le pareció el gesto.

—Se parece a ella —soltó sin pensar.

—Ese es problema —murmuró Lotte, sin despegar la mirada de su libro.

—No empieces —le amenazó su padre.

Un chasquido hecho por su boca se escuchó claramente. Bertha, frunció el ceño y recompuso su postura.

—Señorita —dijo en un tono alto, dirigiéndose a Lotte—. ¿Cuál es el problema de que tu hermana se parezca a su señora madre?

—Sabes la respuesta —contestó groseramente.

Bertha se indignó y observó de reojo a Johan. Él negó ligeramente con la cabeza, dándole a entender por ese simple gesto el problema que había estado teniendo por esos ocho largos años.

—Ya veo... —musitó—. Akko, cariño. ¿Qué opinas de tu madre?

La castaña detuvo su intento de abrir la caja para verla.

Bosque Mágico (Diakko♥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora