𝙥𝙧𝙞𝙢𝙚𝙧𝙖 𝙣𝙤𝙘𝙝𝙚

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—Fue un día largo, estoy muy cansado —comentó Mark mientras estiraba su cuerpo frente a la gran ventana de la habitación—. Creo que va a llover, bebé.

—Yo puedo hacer que te relajes —el moreno se paró en el umbral de la puerta del baño, vestido con un sensual disfraz de conejo.

El traje consistía en un chaleco blanco pegado al cuerpo con un short supercorto con un pompón en la parte trasera y unas orejas, el traje le quedaba de maravilla. Él seguía posando en el umbral, tratando de lucir sexy, pero su novio seguía mirando por la ventana.

—Mierda. Mark, mírame —exigió Lee con algo de enojo.

Con su mente por las nubes, el canadiense se dio la vuelta, encontrándose con su novio parado en la puerta del baño, haciendo una extraña pose y aparte, usando un disfraz de conejo. El mayor quedó atónito, ellos nunca habían utilizado disfraces al tener relaciones, aunque Donghyuck se veía muy ardiente.

El moreno se acercó hasta donde estaba el mayor, moviendo sus caderas y tratando de tener una mirada matadora, al estar frente a su novio, depositó un beso en sus labios.

—¿Te gusta mi disfraz de conejito, Makku? —preguntó el menor tratando de sonar inocente.

El canadiense quería reír, todo esto era nuevo para él, y su niño se veía muy tierno.

—¿Viene con una cola?

—Sipi, mira —contestó el menor mientras se daba la vuelta y meneaba su trasero para que su novio viera la colita.

De a poco comenzó a retroceder hasta chocar contra Lee, continuó meneando su trasero con el pompón, esta vez refregándose contra el miembro ajeno.

—¿Te gusta? 

El más alto solo asintió en silencio, el moreno tomó su mano y lo guio hasta la cama que ambos compartían, hizo que se recostara sobre esta y se subió encima. Comenzó besando sus labios de manera intensa, usando su lengua. Tomó las manos de Lee y las llevó a su trasero, su novio no dudó en acariciarlo a gusto.

El moreno comenzó a tomar la ropa de su pareja y tirarla por algún lado de la habitación, dejándolo únicamente en ropa interior, el otro simplemente se dejaba hacer sin chistar, Hyuck comenzó a menear nuevamente sus caderas, esta vez sintiendo a la perfección al mini Mark.

—¿El león comerá al conejito? —jadeo el menor sin dejar de moverse.

—Se lo devorara entero.

Donghyuck comenzó a repartir besos en el cuello ajeno, mientras su mano acariciaba su pecho, levantó un poco sus caderas y descendió su mano hasta la ropa interior de su pareja. Acarició un poco a Mark por encima de la tela, disfrutando de los jadeos que soltaba este, pasado unos segundos metió su mano dentro del bóxer, tocando directamente la erección de su mayor.

—S-Sigue así, beb-

El aliento del canadiense fue interrumpido por un estrepitoso trueno que iluminó todo el oscuro cielo y el cual le sacó un grito al moreno, quien rápidamente se pegó a su novio como garrapata y escondió su rostro en el cuello de este. Al cabo de unos segundos otro trueno se escuchó, siendo aún más ruidoso y llevándose con él la luz de todo el edificio.

—¡Mark, tengo miedo! —el moreno ahora estaba el doble de asustado.

Con su mini él todavía feliz y provocándole un poco de dolor, trató de no darle importancia y abrazar a su niño, sabía que las tormentas lo asustaban desde siempre, y aún más si cortaban la luz.

—Amor, necesito que me sueltes un segundo, así busque la luz de emergencia.

—No —Hyuck se aferró con más fuerza.

El mayor suspiró y como pudo se levantó de la cama, alzando entre sus brazos a su pareja, fue hasta el armario y allí encontró la dichosa luz de emergencia, la prendió y la dejó encima de la mesita de luz, tenía mucha intensidad, por lo que alumbraba toda la habitación, volvió a la cama y se sentó sobre esta, pegándose al espaldar, todavía con Lee encima.

—Ya está, bebé.

El moreno se soltó un poco al ver que ya había iluminación en la habitación.

—Gracias, Makku —agradeció con sus labios abultados.

—No tienes que agradecer —sonrió el mayor mientras acomodaba los castaños cabellos de su niño—. Seguro la tormenta ya pasará.

El menor asintió con más tranquilidad.

—Lo arruiné todo, lo siento.

—No te preocupes por eso, Hyuck.

—Te amo, Mark.

—Yo te amo a ti —depositó un beso en los labios ajenos—. ¿Qué te parece si mejor nos vamos a dormir abrazados?

—Está bien —el moreno volvió a besar a su novio—, ¿puedo dormir sin esta ropa?

—Estás en tu casa, amor.

El menor sonrió y comenzó a despojarse del disfraz de conejo, quedó totalmente desnudo y así se volvió a meter en la cama, abrazó al canadiense quien lo envolvió entre sus brazos y así puedo conciliar el sueño.

Obviamente, estaba en deuda con su tigrecito, una gran deuda.









































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originalmente la historia era otra, era el markhyuck como mejores amigos viviendo en la misma casa y terminaban enamorándose, pero cuando quise empezar la historia ya había olvidado la trama que tenía planeada y todo lo que se me ocurría no terminaba de convencerme, así que estaba por descartarla definitivamente, pero no quería desperdiciar la portada, así que la ocupé con esta historia que tenía planeada de hace tiempo también.
espero que les guste.

𝘐𝘯 𝘛𝘩𝘦 𝘚𝘢𝘮𝘦 𝘏𝘰𝘶𝘴𝘦 ─ 𝙈𝘼𝙍𝙆𝙃𝙔𝙐𝘾𝙆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora