𝙙𝙪𝙡𝙘𝙚 𝙙𝙚𝙩𝙖𝙡𝙡𝙚

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Habían transcurrido tres días desde la muerte del padre de Donghyuck, todos sus familiares y amigos asistieron al funeral, siendo un gran apoyo para la pequeña familia, de ahora dos integrantes. Sus amigos se quedaron a su lado hasta el final, dándole siempre palabras y abrazos de aliento, al igual que su pareja, quien nunca había soltado su mano y siempre estuvo allí para secar sus lágrimas.

El menor todavía sentía la pesadez de aquella partida, que aunque venía preparándose mentalmente para algo que inevitablemente no podían evitar, continuaba con esa angustia, porque aun así, el sentimiento era distinto.

De su trabajo le habían dado unos días hasta que se sintiese mejor, sus compañeros también asistieron al funeral y algunos le mandaron mensajes.

En el reloj las agujas marcaban las 10:27 de la mañana, el menor recién abría los ojos y al no sentir a su pareja a su lado, no quiso salir de la cama, tampoco estaba de humor para eso. Al cabo de unos segundos, sintió un toqueteo en la puerta de su habitación, rápidamente se levantó, encontrándose con Mark, quien traía entre sus manos una bandeja llena de alimentos; su desayuno.

—No sabía si estabas despierto —el mayor se adentró y colocó la bandeja en la cama, con sumo cuidado.

Se sentó a un lado del menor y depositó un beso en su mejilla, susurrando un "buenos días".

No tengo hambre...

—Come algo, por favor, amor —la voz del mayor sonaba muy calmada.

—¿Por ti? —preguntó el moreno con sus labios abultados, pero aún con su mirada triste.

—No. Por ti, cariño.

—Está bien —el mayor volvió a depositar otro beso en su mejilla y le acercó la bandeja.

Al ver el contenido de aquella bandeja, el menor sintió su corazón estrujarse, su pareja le había preparado todo lo que a él más le gustaba. Había una taza de chocolate caliente con algunos malvaviscos, panqueques con forma de osito y su rostro dibujado con chocolate, un cupcake de red velvet y un recipiente con manzanas en forma de estrellas.

—¿Por qué haces esto? —cuestión el moreno, sintiendo sus ojos acuosos.

—No lo sé, quizás porqué te amo.

Con cuidado de no tirar nada, el moreno abrazó a su pareja, siempre tenía esos detalles tan dulces, que lo enamoraban cada vez más, él era mucho más de lo que podría pedir. Al sentir tan lindo el detalle de su novio, Donghyuck comió todo lo que estaba en la bandeja, por momentos llevaba bocados a la boca de Lee y a pesar de que este ya había desayunado, de igual forma se las aceptaba. Al terminar por completo, el mayor se encargó de colocar la fuente en la cómoda y volver al lado de su pequeño.

El menor se apegó a Mark, descansando sobre su pecho, aquel presente de su novio le había mejorado su ánimo.

—Amo tus panqueques de ositos —acotó el menor.

—Y yo amo hacértelos —respondió el canadiense, su mano acariciaba el suave cabello del moreno.

—Bebé, no quiero quedarme aquí.

—¿A dónde quieres ir? —el menor encogió sus hombros, no tenía un destino en mente, pero sabía que no quería quedarse en cama todo el día—. Iremos a dónde quieras.

Donghyuck se levantó de su lugar para tomar su teléfono y comenzó a mensajear con sus amigos, organizando una pequeña salida hasta el parque que estaba cerca de un río. Sus amigos aceptaron y comenzaron a organizar todo, almorzarían todos juntos allí, por suerte Jeno y Jaemin ya habían terminado en la veterinaria. El menor le anunció el plan a su novio y juntos comenzaron a preparar algo sencillo para el almuerzo.

—Yo quiero los sándwiches con forma de corazón que tú haces —exigió el menor con sus labios abultados, el canadiense los besó y aceptó.

Haría cualquier cosa por ver bien a Donghyuck.






















































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𝘐𝘯 𝘛𝘩𝘦 𝘚𝘢𝘮𝘦 𝘏𝘰𝘶𝘴𝘦 ─ 𝙈𝘼𝙍𝙆𝙃𝙔𝙐𝘾𝙆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora