10. Vas a salir perdiendo siempre, Samirah

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Luego de la visita de mi madre tuve que renunciar al empleo en la biblioteca con lágrimas en los ojos. Sabía que me iba a estar vigilando como prometió y de hecho, todos los días recibo mensajes de su parte para que le cuente que estoy haciendo y con quien.

Está vigilando de cerca y lo sé, por lo que decidí ceder para no desatar su furia, no me gustaría que cierren la biblioteca de Betty solo por capricho suyo. De todas formas seguiré yendo de visita y a leer.

Betty me preguntó si no me había gustado el trabajo y no pude decirle más que "en estos momentos no puedo, pero igual gracias por la oportunidad", ella solo asintió con pena y me dio mi última paga.

He tratado de ignorar a mis amigas y a todos, incluido Velkan, alias el lobo feroz. A Kathe no pude ignorarla mucho, es insistente y me conoce bastante bien, solo que tiene la delicadeza de no preguntarme qué sucedió, aunque sé que lo hará pronto.

Mi conciencia siempre tan buena me recuerda los hechos del viernes pasado, sus manos sobre mí, su boca sobre la mía, sus palabras calientes susurradas con deseo y la forma que tiene de tocarme. Estuve todas las noches teniendo sueños donde él se ve de una forma tan seductora y luego se convierte en alguien cruel con una sonrisa despiadada burlándose de mí.

No quiero molestar a Katherine ni a Liza con mis problemas ahora que están divirtiéndose cada una con su chico. Mi mejor amiga cada vez está más pegada a Samuel y no me queda otra que saludarlo cada que lo veo por el campus. Carter está ocupado con demasiados trabajos y tampoco deseo ser una molestia para él contándole mis tristes problemas familiares ni confusiones con chicos peligrosos que se cuelan por mi ventana en medio de una tormenta.

Por mi parte estuve metiéndome de lleno en cada una de mis clases y tratando de mejorar las notas que tenía un poco bajas para tenerlas perfectas. El rector ha pasado varias veces por las clases en las que asisto y estoy segura que fue por orden de mis padres. Me siento como en una cárcel, pensándolo bien, siempre he estado en una, en New York, aquí, o donde sea.

En unos tres meses llegan las vacaciones navideñas y la ansiedad de saber qué hará mi madre para transformarme en una "mujer" me tiene nerviosa. Sus métodos de enseñanza o regaños no son algo por lo que quiera pasar.

Abro mi libro de "Maravilloso Desastre" y me recuesto en mi cama. Será un fin de semana aburrido. Me siento rebelde leyendo este tipo de libro, me gustaría gritarle en la cara a mi madre que leí eróticos y que hace no más de unas semanas Velkan y yo... Bueno.. Eso.

¿Eso de que nos frotamos como animales en celo?

Le agarraría un infarto y luego me ataría a la cama para que no me mueva nunca más, seguro.

Mi teléfono suena, lo miro cautelosa, es Alex, uno de mis hermanos mayores y mellizo de Eva. Atiendo contenta. Él no me trata tan mal, como los demás. Le doy bastante igual.

-¿Hola?

-Hola Sam ¿Cómo estás? ¿La universidad?-pregunta y parece apurado.

-¿Puedes hablar?

-Si, es que estoy en el trabajo, solo quería llamarte para saber que tal todo.

Su interés me hace feliz por unos segundos y mejora un poco mi día haciendo que quiera parlotear por horas al teléfono contándole de todo.

-Estoy bien, las clases van de maravilla.

-¿Mamá ha ido por ahí?-pregunta con cautela, interrumpiendo.

Pienso bien mi respuesta y sus consecuencias.

-No, no ha venido.

-Bueno, no debería decir esto, pero me alegro de que no te esté molestando. Supongo que el te hayas ido lejos hizo que se olvidara un poco de ti... Sé que suena mal, lo siento-dice apenado y yo ya no se si quiero que me olviden o me quieran y sufrir por ello.

INOCENTE TENTACION [01]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora