INOCENTE TENTACION [01]

11. Fuego ardiente

-Hoy faltaste a la última clase, el profesor Halle preguntó por ti.

Mis ojos vuelan de inmediato hacia mi mejor amiga, quien se encuentra sentada a mi lado sobre el regazo de Samuel, con confusión.

-Parece que le molestó el que no hayas ido a su clase.

Siento que el profesor Halle me tiene fichada desde que entré a su clase y no se si sea porque conoce a mis padres o me odia porque si.

-No iba a llegar a tiempo y preferí ahorrarme la humillación de entrar cuando la clase está a punto de acabar-le explico.

Ya es de noche y Mark maneja con Liza como copiloto, los demás estamos atrás. Viorica duerme, Sasha está por caer también, Samuel está apoyado en la ventana y su cabeza rebota con cada loma que pasa el auto.

-Dormiré un rato, todavía falta-responde de vuelta y la dejo tranquila.

Se estira y me tengo que sentar del lado de enfrente para dejarle espacio. Unos minutos después todos están roncando y yo simplemente miro por la ventana inquieta.

-¿No piensas dormirte?-me susurra el demonio sentado a mi lado.

-No tengo sueño.

-Bien, pues yo sí. Hazte a un lado-trata de empujarme para acomodarse.

-No pienso moverme.

-No me obligues a sacarte-amenaza demasiado cerca subiéndome la temperatura y el enojo.

-¿Y qué vas hacer? ¿Abrir la puerta y lanzarme a la carretera?-pregunto bufando.

Ladea la cabeza.

-Es una idea tentadora, pero yo tengo una mejor.

Lo miro y doy un respingo cuando apoya su cabeza en mis piernas acomodándose para dormir.

-Como no salgas...-le tiro del pelo para que se largue y gruñe hundiendo su cabeza entre mis piernas.

Joderrrr

-Maldita sea... Velkan, sal.

Se ríe y niega haciendo que su cara se refriegue...allí.

-¡Vale! Me largo-no creo tener suficiente autocontrol de mi misma cuando de él se trata y me vuelvo a pasar al otro asiento, dejando los pies de Katherine, básicamente en mi cara.

-¿Viste que sencillo era que te muevas?-su voz suena baja y divertida.

Gruño y me tapo la cara durante lo que creo que son unas horas.

Despierto por las voces a mi alrededor, ya están casi todos despiertos.

-¡Llegamos!-anuncia el rubio frenando el auto y bajan todos.

Me refriego los ojos despertando del casi sueño, mis pies están apoyados en el asiento de enfrente peligrosamente cerca de las piernas de Velkan, no lo pienso dos veces y le cobro lo que me hizo hace unas horas.

Siento que voy a arrepentirme mucho, sin embargo, no pienso dos veces. No es la hija de Leah Walker la que actúa dejándose llevar por la impulsividad, soy yo, Samirah.

Clavo mi pie en su entrepierna no tanto para que duela pero si para que me sienta y se despierta de golpe abriendo los ojos como si tuviera el mismo infierno allí.

-¡Ups! Se me resbaló el pie...-le sonrío más inocente todavía.

-¡Hija de..

No soy tan valiente, así que salgo pitando de la camioneta y me voy con el grupo sonriendo nerviosa por mi atrevimiento. Caminamos por un caminito de piedra rodeado de bosque y el sonido de un lago cercano me relaja, me inunda la paz, creo que fue una buena idea venir.