INOCENTE TENTACION [01]

27.Mi presa

Samirah

La cabeza me da vueltas y solo soy consciente por momentos; cuando llego al hospital de urgencia y cuando me inyectan algo que me pone a dormir de nuevo. No sé cómo llegué o que ocurrió, mi mente no logra coordinar nada, pero antes de poder aclarar mis ideas el sedante me vuelve a dejar profundamente dormida con un gusto amargo en la boca y los ojos llorosos.

Mis extremidades pesan y toda mi cara duele mucho. Apenas siento que me mueven intento abrir los ojos sobresaltada cuando me atraganto con el grito que quiere salir de mi. Mi ojo derecho no se abre completamente por lo hinchado y en estos momentos no quiero verme al espejo ni aunque me paguen. No hay parte de mi cuerpo que no duela.

La vista se me aclara. Estoy en una habitación enorme y con un ventanal de techo a piso que ilumina todo con las luces de la ciudad. Un recuerdo relámpago sobre mi siendo follada por Velkan justo en ese mismo ventanal pasa por mi mente y me levanto de golpe, maldiciendo internamente, cayendo en cuenta en donde estoy.

Una sombra sentada a los pies de la cama me hace callar el chillido que iba a lanzar, se ve oscuro y tenebroso ahí mirándome con las luces apagadas y un vaso de seguramente whisky asqueroso en las manos.

Sustos que dan gustos..

-Das miedo, ¿puedes prender las luces?

Escucho su bufido y prende las luces dejándome verlo, tiene cara de mierda, sangre supongo que mia en la camisa blanca y me mira de esa forma salvaje que no entiendo si esta enojado o qué.

Me siento en la cama  apoyando la espalda en el respaldo acolchado, trata de acercarse para ayudar, sin embargo, lo esquivo. Soy tonta pero no tanto, todavía no me olvido de las veces que me follo como a su puta de turno y me dejo tirada al otro día, sin siquiera decir adiós. No fue considerado ni siquiera cuando me desvirgo, así que ahora toda tristeza que sentía se encuentra transformada en enojo.

No seguiré cayendo en sus garras ni me dejaré usar por nadie. Yo no soy asi y no es lo que quiero con un chico, sexo casual no es algo que quiera o haya soñado tener como primera experiencia. Puede parecer absurdo, cursi o aniñado, no me importa, es lo que yo quiero y es mi vida, por lo tanto solo yo decido qué hacer con ella.

Últimamente me estoy cansando de muchos y mucho. De mi familia para empezar, de sus rechazos y maltratos hacia mi. Tampoco tengo porque tolerar al idiota este, por más que me haya llevado al hospital y en este momento me encuentre en su habitacion. Es un gesto que agradezco, mas no cambia que sea un idiota.

Me gusta, si, pero eso no quiere decir que no exista un límite o que mi dignidad no me esté pidiendo a gritos un respiro.

-La doctora personal de la familia vendrá a verte mañana, mientras tomate esto para el dolor y para poder dormir-demanda.

-Si, "señor".

Me mira enarcando una ceja.

-¿Y ahora que carajos te pasa? Te salve el culo, niñata insolente.

Me molesta su apodo y su reproche.

-Y te lo agradezco, porque soy una "niñita educada", pero no me des órdenes que no soy una de tus esclavas que acatan órdenes como si fueras un dios solo por cojer con ellas.

Se ríe con cinismo sin dejar de verme y apoya sus brazos a cada costado de mi cuerpo, hundiéndose en el colchón.

-A mi no me hablas así, me respetas-mis ojos se desvían a sus labios y los de él a los míos-Y no, no eres ninguna esclava y tampoco la mía. Solo que no acostumbro a quedarme cuando follo y tu esperas demasiada mierda romántica que está claro que de mi no conseguirás-dice como un total cabron-A mi me va coger, pasarla bien y sin ataduras de ningún tipo.