IX.- Adiós

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Thomas y Stuart se despertaron temprano y salieron del loft no sin antes dejar un suave beso en la frente de su hermano que esa noche había dormido con ellos. Estaban decididos, no cambiarían de opinión y velarían por el bien de su hermanito, la persona que más aman en el mundo.

Llegaron a la residencia Stilinski encontrándose a Noah que parecía desayunar de manera tranquila, no lo miraron y siguieron de frente para tomar sus cosas y las de Stiles. Sintieron una opresión en el pecho al entrar en la habitación de su hermano, la cual estaba prácticamente vacía.

- Toma todo lo que puedas, yo tomaré nuestras cosas y las llevaré al auto.

- ¿Stuart, Thomas? Me alegra verlos, los estuve esperando toda la noche, me preocupe al no saber nada de ustedes. – les dijo Noah cuando ellos bajaron de nuevo al primer piso con las cosas.

- Eres bastante cínico para actuar como un buen padre cuando en realidad eres un hijo de puta como alguna vez lo fue mamá. Ustedes y más tú son la peor escoria. ¿Cómo pudiste dañar a Mica? Él es la persona que siempre se mantuvo a tu lado, te cuido cuando estabas borracho y a pesar de que lo llenaste de golpes se quedó. – respiró profundo para no perder el control de sus emociones – Tu teatro cayó y nosotros ya no te llamaremos nuestro padre porque no supiste serlo para nuestro pequeño hermanito. – l e dijo Stuart con odio.

Noah miró con sorpresa a sus hijos.

- El bastardo abrió la boca, le advertí que sucedería si lo hacía. – dijo el mayor con rencor y odio haciendo retroceder a los otros dos. No podían creer que habían vivido todo ese tiempo con un monstruo como él.

Thomas sostuvo a Stuart para que no se arrojara sobre el mayor, él se sentía igual de molesto pero no debían de hacer algo estúpido. Ellos lo harían bien y verían con satisfacción como su hermano se daba la oportunidad de al fin ser completamente feliz.

- Estaremos viéndote en el juzgado. Vamos a demandarte y me quedaré con la custodia de Mica, no dejaré que vuelva aquí. Desde ahora no estaremos aquí y puedes irte olvidando de que tienes hijos. – le dijo Thomas para después salir de la casa.

Noah iba a ir detrás de ellos pero fue detenido por Peter quien se mantenía serio y con sus brazos cruzados sobre su pecho.

- Peter, no es momento.

- No, Noah. Este es el mejor momento, eres mi compañero pero creo que la luna se equivocó. Mieczyslaw es mi cachorro, mi pequeño y si tengo que dejarte ir para que él este bien lo haré pero esa no es la razón por la que te estoy dejando ir, es porque no puedo estar con una persona que no es capaz de amar a su propio hijo, de ser tan cruel como dañar el pequeño corazón de un niño y hacerlo sentir que no valía nada. Este es el adiós Noah Stilinski. – dijo Peter mientras giraba y sentía un dolor en su pecho. El lazo se había rota, la diosa luna había escuchado su deseo y ahora podía sentir que ese vacío se llenaba con el lazo de una persona que esperaba por él, le habían dado otra oportunidad para ser feliz.

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Stiles corrió hacía Peter cuando entró al loft, lo abrazó con fuerza y dejó que las lágrimas empaparan la playera del lobo. El castaño sabía lo enamorado que estaba y sentía que su corazón se rompería al ver al hombre que es un padre para él sufrir y todo por quedarse a su lado pero aunque no lo dijera estaba feliz por saber que lo estaban escogiendo a él; se sentía egoísta pero le gustaba ser la prioridad de los demás por primera vez.

- Todo esta bien, cachorro. Yo lo estaré, es lo mejor. – le dijo Peter mientras acariciaba la cabeza del castaño.

Los demás veían esa escena con cariño y ternura, los hermanos Stilinski estaban contentos porque su hermano tuviera un verdadero padre que de verdad lo cuidara y amara.

- Ahora que lo básico esta solucionado y nuestras cosas están en nuestro nuevo loft que pueden encontrar abajo, necesitamos buscar las evidencias y un buen abogado. Vamos a acabar con Noah y podrás ser finalmente libre. – dijo Stuart guiñando un ojo hacía su hermanito.

- Yo soy abogado y seré el suyo. – dijo Peter con orgullo mientras se separaba de manera delicada del menor.

Derek se acercó al castaño y lo abrazó por la cintura.

- Todo irá bien, no estás solo y tendrás un descanso. – le dijo el alfa con cariño.

- Gracias por no rendirte conmigo. – le dijo Stiles mientras dejaba un suave beso en los labios del mayor.

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Unas semanas más tarde los chicos se encontraban en el juzgado y ganaron, ya que consiguieron todas las pruebas que necesitaron. Noah terminó perdiendo la custodia de Stiles además de su puesto como sheriff del pueblo y le pusieron una orden de restricción por la seguridad del menor. Thomas se convirtió en el tutor de Stiles hasta que él cumpla los veintiún años, Stuart podía tener diecinueve años pero él se había emancipado años atrás así que no había problema.

Stiles sentía que podía respirar tranquilo, ya no tenía secretos que ocultar y su corazón se sentía en paz aunque las pesadillas y voces en su cabeza no habían cesado. Los demás también se daban cuenta de como el castaño parecía estar mas pálido que de costumbre además de las ojeras del chico así que a pesar de que les dijera que se encontraba bien ellos lo vigilaban de cerca, no permitirían que se volviera a sentir mal.

El reto más difícil para Stiles se acercaba.

"Todo el mundo lo tiene pero nadie puede perderlo, ¿qué es? Todo el mundo lo tiene pero nadie puede perderlo... ¿Qué es? ¿Qué es Stiles?"

¿Hermanos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora