18: QingHua tuvo mucha experiencia...

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Shang QingHua aprovechó que Linguang-jun estaba viendo a Mobei Jun para quitarlo de encima y escurrirse del asiento hasta posicionarse al lado de su marido; Mobei Jun lo cubrió con su cuerpo, ocultando de los agudos ojos de Linguang-jun

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Shang QingHua aprovechó que Linguang-jun estaba viendo a Mobei Jun para quitarlo de encima y escurrirse del asiento hasta posicionarse al lado de su marido; Mobei Jun lo cubrió con su cuerpo, ocultando de los agudos ojos de Linguang-jun.

― Bueno, ya que la familia se reunió ¿por qué no nos sentamos a comer?

― No ―dijo tajante Mobei. Dio un paso adelante quedando enfrentado a su tío, quien mantenía aquella sonrisa sórdida―. No vuelvas a acercarte a Shang QingHua, es mi esposo.

― Relaje Mobei, no quiero a tú esposo precisamente.

Gruñó antes de tomar la muñeca de QingHua y arrastrarlo fuera de la habitación privada hasta el ascensor, allí rodeó la cintura con su fuerte brazo; firme y posesivo. Shang QingHua no tenía intensiones de remover el agarre de Mobei, pero estaba costándole respirar. Bajaron hasta el primer piso, una vez en la entrada un valet parking(1) ya estaba esperándole con el auto enfrente, le entregó las llaves y se fueron.

Shang QingHua no tenía idea como cortar el ambiente tan tenso. Estaba encogido contra el asiento rebanando los sesos para sacar un tema de conversación, entonces la mano de Mobei apretó sus manos.

― ¿Estás bien? ¿Linguang-jun te hizo algo? ―preguntó con la vista fija en el camino.

― No, no ―se apuró en responder―, no me hizo nada.

Mobei Jun asintió.

― Podemos ir a comer algo si quieres.

― No, quiero ir a casa ―dijo QingHua abrazando sus piernas―. Comamos algo sencillo viendo la televisión.

Tomaron turnos para bañarse. Mobei Jun preparó algo liviano como pidió su esposo y se sentaron frente al televisor en la sala de estar. QingHua estaba distraído, la situación hace unas horas había sido en exceso estresante y había dejado temeroso al chico, quien no había sopesado el grado de intensiones que tenía el tío de Mobei, para llegar a secuestrarlo.

QingHua no estaba prestando atención a la serie de TV que estaban transmitiendo, por lo que no mencionó nada cuando Mobei cambió el canal a uno de noticias. Paso media hora sin darse cuenta de la mirada de su marido sobre él, no hasta que el enorme cuerpo de Mobei se subió encima de él, recostándolo contra el sillón.

― ¿Mobei? ―preguntó desconcertado por la repentina acción del mayor.

― Lo siento, pero no puedo estar tranquilo.

Mobei besó los labios de QingHua, fue un beso largo, tranquilo y pausado. Sintiendo el peso y la humedad del otro en sus bocas. Shang QingHua enredó sus dedos en la voluminosa cabellera oscura de Mobei, acercándolo más. Mientras enredaban sus lenguas el mayor deslizó el pantalón de buzo que vestía su esposo, arrojándolo al suelo, metiéndose entre ambas piernas separadas.

― ¡Ah! ¡Mobei! ―se quejó QingHua al sentir la sequedad en la mano al masturbarle, acostumbrado a la humedad y viscosidad del lubricante.

Pero Mobei no le dejó levantarse a buscar la botella, abriéndole más las piernas simplemente escupió encima del semierecto miembro que se irguió casi rebotando como un latigazo, ante tan sucia acción. Claro que, la salivo no era suficiente al gusto de Shang QingHua, pero sí era más erótico por lo que lo dejó.

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