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19: ¿Quién era ese gótico?

Shang QingHua estaba frente a la Departamento de Informática e Ingeniería, con un panfleto de la carrera de Informática y Tecnología. Honestamente esta no había sido la primera opción, pero estaba empeñado en conservar su trabajo junto a Mobei Jun y estudiar algo que primero, le gustara y dos pudiera sobrevivir en el posible caso que se quedara sin sugar daddy. Por lo que, Informática y Tecnología estaba muy bien.

El único detalle que no había precisado que tendría como compañero a Shen Yuan, quien poco falto que le escupiera cuando se enteró que iban a estudiar lo mismo, la única diferencia es que 'hermano pepino' estaba en tercer año.

― QingHua ―llamó Shen Yuan caminando hacia él, con un vaso de café humeante.

― ¡Pepino! ―exclamó feliz de ver un rostro familiar―. ¿Cómo me encontraste?

― Olí tu pestilencia a kilómetros ―dijo bebiendo, arrugando el entrecejo―. Esto sabe muy dulce.

― Claro... ¿Puedes llevarme a mi primera clase? ―preguntó revolviéndose el cabello―. Estoy algo perdido.

Shen Yuan se encogió de hombros y juntos caminaron por los pasillos de la inmensa construcción. QingHua no dejaba de maravillarse por el nivel de tecnológica de la edificación. Estaban conversando cosas vánales cuando.

― ¡A – Yuan! ―saludó un chico de risada melena larga, vestido de negro y tatuajes en el antebrazo.

Antes de que QingHua pudiera preguntar quién era esta persona, fue arrojado por el mismo Shen Yuan detrás de unas plantas, cayendo sobre su trasero, estuvo a punto de insultarle cuando se fijo en la forma tímida y "coqueta" en la que se movía Shen Yuan cuando hablaba con el tipo alto de pelo largo.

―... ¿Te paso a buscar después de clases? ―preguntó el chico.

― Tengo que ir a la biblioteca ―dijo Shen Yuan desviando la mirada, moviéndose el cabello detrás de la oreja.

«¿Qué mierda?», pensó QingHua.

― Te acompañare, si a A – Yuan no le molesta ―sonrió, parecía un enorme perro gigante, meciendo la cola a su dueño.

― Esta bien, te veo luego Binghe.

Se despidieron y Shen Yuan se desinfló cual globo, ambos se miraron intensamente, QingHua entre las plantas y Shen Yuan parado en medio del pasillo.

― ¿Quién era ese gótico? ―preguntó QingHua levantándose, sacudiéndose la tierra de las rodillas del pantalón.

― Nadie ―dijo levemente sonrojado.

― Nadie ―repitió, luego agudizó la voz imitando a Shen Yuan―. "Te veo luego Binghe".

― ¡Cállate! ―. Intentó golpearlo con el bolso, pero QingHua lo esquivó riéndose.

― Shen Jiu estará 'muy feliz' de saber que a su hermano menor le gustan los delincuentes tatuados ―se burló, escapando del envase de café que le aventaron por la cabeza.

Las clases fueron extenuantes y al finalizar el día, Shang QingHua llegó agotado a la casa con una bolsa de Gong bao(1), Mobei Jun levantó la vista de la computadora.

― ¿Cómo estuvo tu día? ―preguntó, levantándose del escritorio para ir con su marido.

― ¡Horrible! Creo que perdí la sensibilidad en los dedos ―se quejó, mostrando las manchas de tinta en sus dedos por tomar apuntes todo el día.

Mobei Jun asintió pensándolo.

― Debería comprarte una computadora portátil, te será más fácil tomar apuntes.