21: ¡Huelo a pescado!

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Cuando despertó al otro día a Shang QingHua aún le dolía el trasero, pero ya preparado para el malestar de sentirse completamente suelto, pero no al punto de usar pañal de adulto se ahorró la vergüenza y simplemente se aplicó una pomada para bebé. Por supuesto, la debilidad en sus rodillas no paso desapercibida.

Tomó una ducha rápida, era sábado así que tenía el día libre (relativamente), pensó en pasarlo con Mobei Jun últimamente solo se veían en la noche después de la universidad y el trabajo, pero a veces estaban tan cansados que solo cenaban y se iban a dormir. Por eso la falta de sexo candente le paso factura a su pobre parte trasera. Entonces, vio una nota escrita junto al velador―: He resivido una llamada importante, tal vez llegue tarde. No salgas. Te lo compensaré. Mobei Jun.

«Como que le falto el "te amo" a tu mensaje», pensé Shang QingHua evocando las notas de amor que dejaban los amantes a sus parejas en los libros rosa que leía. Se mordió el labio avergonzado, jamás se habían dicho "te amo" ni siquiera en el mejor orgasmo. Y no es que no lo sintiera, realmente quería a Mobei Jun y no solamente le calentaba como su ardiente jefe todo amargado y serio; honestamente ya sentía algo, pero no se había atrevido a decirlo en voz alta.

En medio de su cavilación su celular sonó.

[HERMANO PEPINO]

Alguien entró al departamento y destruyó los proyectos para el lunes

Ven rápido

Imagen

Efectivamente la foto tomada mostraba su trabajo hecho trizas junto con otros trabajos. Angustiado QingHua se vistió veloz y salió a la entrada, pero un guardia le paró. QingHua no estaba para dar mayores explicaciones le pidió que lo llevara hasta la universidad. El conductor lo dejó a las afueras de los edificios de ingeniería.

― ¡Maldita sea hermano pepino! Responde ―se quejó en voz alta entrando a la sala donde fue la última vez que dejó la maqueta que le tomó tres semanas realizar.

Pero cuando abrió la puerta se encontró con la horrible escena de Shen Yuan a maniatado a la silla con una mordaza, este solo pudo farfullar y remecerse. Los hombres que esperaban a Shang QingHua lo sujetaron de los brazos y lo obligaron a sentarse frente a Shen Yuan. Nunca imagino estar en una situación así. Entonces, apareció Linguang-jun, completamente demacrado con el cabello sucio y la barba de días sin arreglar.

― ¡Por fin apareció quien deseaba ver! ―vociferó Linguang-jun, extendiendo los brazos complacido―. No fue difícil encontrar una buena carnada para atraerte, de hecho, ¡fue demasiado fácil! Tanto que aún no me lo creo ―rio.

― No tengo idea que planeas ―intentó no tartamudear, pero el terror en su voz era palpable―. Pero, Mobei Jun vendrá por mí.

― ¡Claro que vendrá por ti! Pero, no lo necesito; contigo me basta y sobra ―hizo un movimiento con la cabeza y dos hombres trajeron una mesa de la sala, colocándola frente a Shang QingHua.

― ¿Qué quieres decir? ―tembló y aguantó las lágrimas asomarse cuando uno de los hombres apuntó un arma a la cabeza de Shen Yuan―. ¡NO! ¡No, no, no, no!

― Tranquilo ratoncito ―dijo con tono meloso Linguang-Jun, aparcándole la mejilla con el dedo índice―. Solo debes hacer lo que yo te diga y tú y tu amigo podrán irse.

― ¿Qué-qué quieres? ―preguntó bajando la mirada cuando dispusieron sobre la mesa un documento― ¿qué es esto?

― Esto querido ratoncito, es una delegación de poder ―posó ambas manos en los hombros del otro apretándolos―, aquí dice que entregaras todo Industrias Mobei a mí. Claro, te daré una compensación por el mal rato, soy todo un caballero.

𝔾𝔸𝕄𝔼 𝕆𝕍𝔼ℝDonde viven las historias. Descúbrelo ahora