09. La ❝última❞ noche

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Cerró la puerta con cuidado y al soltar el pomo dejó escapar un extenso suspiro. 

La situación ❝sencilla❞ estaba saliéndose de control. 

— No te quedes allí regocijándote de mi desgracia — refunfuñó observando a la joven pelicrema parada agraciadamente en las escaleras. El suéter amarillo le quedaba un poco grande, sin embargo, los pantalones de mezclilla se ceñían perfectamente a su figura; sin poder evitarlo sonrió ligeramente, sus cálculos jamás fallaban. 

Ella permitió escapar a una risita divertida de sus delicados labios

— Tienes a unas lindas personas que te aman. ¡Quien lo diría...! Hanako el ladrón mas temible de la ciudad relacionándose con-

— Ellos no son parte de esto, Yashiro — habló claramente manteniendo su mirada fija en la pelicrema, su anterior sonrisa había desaparecido — El asunto es entre tú y yo, involucrar a otros no seria justo, ¿verdad?

Nene le sonrió confundida, él sabia que estaba jugando; entonces, ¿por que molestarse y demostrar el cambio abrupto en su expresión? 

— Que agresividad, ¿será esa la manera tan sigilosa con la que consigues información? Tu electrizante e intensa mirada vacía te abre las puertas en tu camino, ¿no es así? — preguntó con voz suave, ladeando la cabeza al lado izquierdo fingiendo ingenuidad, sus peculiares cabellos se merecieron delicadamente con el movimiento y su mirada bermellón aparentemente inquieta e indecisa le daba el perfecto aspecto de frustración al no comprenderlo. El de ojos amanecer sintió angustia por la capacidad irrefutable de la detective, si no la conociera lo suficiente se tragaría la actuación a la primera.

— Si de técnicas hablamos, ufff nunca acabaríamos, tengo cientos de ellas, querida oficial. No sólo mi encantadora mirada logra abrirme las puertas, miles de factores más son indispensables en el proceso — sus labios esbozaron una sonrisa traviesa y sus ojos sin notarlo brillaron ante la diversión

— Quiero escucharlas, tengo todo el tiempo del mundo — aseguró la pelicrema en un tono cantarín, bajando los escalones con precaución 

❝Te equivocas, detective; tu tiempo es escaso❞ 

— No, no, oficial; ¡que osadía la suya al creer que yo voy a revelarle mis tácticas! ¡Un brujo nunca revela sus secretos! — determinó moviendo la cabeza con desaprobación, fingiendo amor a su vocación 

— "Un mago nunca revela sus secretos" — corrigió la detective remarcando cada una de sus palabras, acercándose cada vez mas al ladrón 

— Un mago crea ilusiones, un brujo hace hechizos... Jamás serán iguales; recuérdalo, cariño — susurró lentamente acercando peligrosamente su rostro hacia la joven, demostrando su triunfo en este pequeño enfrentamiento; su aliento rozó la pálida piel de la detective, haciéndole estremecer  ligeramente, robándole las palabras de la boca, tornando sus mejillas de un color carmesí.

 Sonrió satisfecho, verla así, en ese estado, le hacia pensar que quizás esa era la verdadera joven de tobillos gruesos... al menos antes de que las circunstancias la obligaran a protegerse detrás de esa faceta traviesa y despreocupada.

Se apartó con las manos en los bolsillos, tarareando alegremente al haber dejado sin palabras a la detective; necesitaba un buen libro y una deliciosa taza de café para festejar... luego pensaría en el almuerzo

— Tan buenas tácticas... saber cuales usabas antes frecuentemente va a convertirse en una obsesión 

Detuvo su andar y volteó mirarla curioso, como si la joven hablara en un lenguaje extraño; quería convencerse de haber escuchado mal y relacionar esas palabras a otro suceso

¡Arrésteme Oficial! /HANANENEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora