Lean abajo♥
Capítulo 16: Horrores imaginarios
Ahora sé que puedo considerarme como una mujer muy metida en la vida de los demás cuando algo me incomoda. Hoy por la mañana llamé a Nicole. Si bien era un asunto que podía pasar incluso como algo que todos pasamos alguna vez, tenía una extraña sensación en la "llamada que se disparó" del teléfono de Nicole. Digo esto porque la vi esa misma noche, algunas horas antes del suceso, desbloquear su celular con una contraseña, incluso ella me dijo que la puso sólo para que no sucedan estas cosas. No lo entiendo, realmente no lo entiendo, por lo que había decidido llamarla, pero fue en vano. Sonó varias veces hasta que me dio el contestador. Intenté dos veces más y obtuve los mismos resultados, por lo que me di por vencida.
-¿Sucede algo? —Me preguntó Germán. Había estado toda la mañana preocupada. No por la llamada, sino porque Nicole no contestaba mis llamadas, y con los hechos de los últimos meses estaba bastante paranoica.
-No, nada en absoluto, sólo estoy algo cansada —Mentí. Germán es bastante exagerado, incluso más que yo, y no quiero desencadenar un alboroto por nimiedades.
-¿Segura que es sólo eso? —Preguntó poco convencido, a lo que asentí con la cabeza. —De acuerdo —Prosiguió, todavía inseguro —Hice café y dan maratón de Friends en Warner.
Instantáneamente mis preocupaciones se esfumaron de mi cabeza. Ni bien Ger dijo esas palabras, salté de la silla donde me encontraba y fui por una frazada para envolverme en ella y tirarme cual morsa en el sofá.
-¿No que estabas cansada? Creo que mejor deberíamos irnos a la cama... -Dijo mirándome con sorna. Maldito odio que sepa que miento.
-Pero no para lo que me gusta, así que ven o no te daré frazada y me quedaré yo sola envuelta en ella.
A pesar que Germán ya tiene cuarenta años y yo apenas supero la mitad de eso, seguimos siendo bastante infantiles. Sus primeras canas no significan nada, ya que hacemos las mismas idioteces de siempre, idioteces que tranquilamente podría hacer un adolescente de catorce.
En fin, nos acostamos a ver Friends y estuvimos así por horas.
De repente escucho pasos y gritos, mi nombre salía desesperadamente de la boca de Germán, aunque muchas veces el grito era reprimido por fuertes golpes en su estómago de aquél que fue mi ¿Tutor quizá? durante quince años. Se lo llevaban, y yo no podía hacer nada, porque estaba atada de todas las partes posibles a una silla, rodeada de tipos que medían el doble que yo, en todos los sentidos. Me habían destapado los ojos hacía un momento, sólo para que vea sufrir a una de las personas que más amo. Cuando finalmente se lo llevaron, volvieron a cubrírmelos con un pañuelo tan apretado que me daba dolor de cabeza. Quería gritar, pero era inútil. No había nadie en el edificio, y además ni siquiera podía intentarlo. Las palabras no salían de mi boca, y además una navaja estaba a medio centímetro de mi cuello, amenazadoramente, para prohibir cualquier señal de grito o pedido de auxilio. No podía estar sucediendo esto. Revolvían toda la casa en busca de todo el trabajo de Daniel y su grupo, donde estaban todos y cada uno de los detalles y pruebas para el encarcelamiento de toda la banda de Adolfo. Eran muchos años, y probablemente morirían allí. Maldita sea, estaban por descubrir el puto escondite, y yo sólo podía llorar, como una estúpida niña, sin poder hacer nada para evitarlo. Sabía que ni bien lo hicieran yo moriría. Era un peligro viva, y no iban a poder silenciarme. ¿Cuántos más morirían por mi culpa? Quizá tengan algo de piedad con la gente inocente, pero no estoy segura. Sí lo estoy de que también sufrirán, y todo por culpa mía. Eso es Sarah, siéntete mierda, porque lo eres realmente. Mis lágrimas seguían escurriéndose por mi, ya empapado, rostro, y no daban señales de cesar. En mi mente sólo estaba una cosa... El momento en el que Daniel se llevó por error sólo un papel. No era el más importante, pero tampoco era insignificante. Me alivió saberlo, pero luego comprendí que irían tras él, y quizá termine con mi mismo destino. Volví a entrar en la desesperación, y Germán no estaba aquí para consolarme. Germán no estaba aquí... Sin embargo lo puedo escuchar a lo lejos, sigue gritando mi nombre, pero ya no tan desesperadamente, será que ya no puede hacerlo, o que...
-¡SARAH, DESPIERTA DE UNA MALDITA VEZ! —Oí justo antes de que mucha agua fría me empapara y congelara hasta el más pequeño hueso. Salté del sofá y caí al suelo. Una situación de la que me reiría si no fuera por mi tremenda confusión. Él estaba aquí, en perfecto estado, no había nadie extraño en mi casa, todo estaba normal y yo no estaba atada. Sin embargo sentía cómo los rastros de las últimas lágrimas se secaban junto con el agua. Todo había sucedido en mi mente, en mi terrible mente.
Me prendí al cuello de Germán como si mi vida dependiera de ello, y en parte lo era. Necesitaba de su consuelo, lo que viví había sido escalofriante.
-Descuida, ya pasó... -Intentaba tranquilizarme, y daba resultado.
Mi respiración pronto volvió a hacerse más relajada. Cuando caí del todo en la realidad, fui a darme un tranquilo baño. Después volví a la cocina, donde Ger me esperaba sentado con la mirada perdida, de espaldas a mí.
-¿Sucede algo? —Pregunté con cautela. No quería asustarlo, ya que no parecía haberme oído regresar.
Se sobresaltó un poco, de todas formas. -¿Cómo te sientes? —Me preguntó
-Mucho mejor. —Contesté. —Fue sólo un sueño.
-No fue sólo un sueño, pensé que te había dado un ataque, o algo por el estilo. Creo que las personas normales no tiemblan de esa forma cuando sueñan.
-Quizá sea porque no soy normal, o quizá sólo me contagié de Harry Potter. —Respondí riendo, a lo que él también se unió luego de un momento.
Luego de la cena y de acostarnos, me preguntó qué había sucedido. Medité por un momento entre si decirle la verdad o no. Sería complicado y se preocuparía demasiado. Sin embargo tengo experiencias de los sueños premonitorios* y quiero prevenir lo que acabo de visualizar en mi mente a toda costa, por lo que creo que lo mejor será decirle exactamente lo que pasó.
*Para aquél que no lo sabe, sueños premonitorios son sueños que tienen algunas personas, que pueden "ver", en cierta forma, el futuro. Quizá una persona sueña con un acto, y éste se realiza en un cierto tiempo.
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Holaaa!! Espero no me maten por lo que Sarah soñó xD. Espero que les haya gustado, hoy es el Día Internacional del Libro y por eso quería actualizar... Simplemente me motivé por eso y bueno, aquí el capítulo =D por cierto, un pequeño adelanto, el que viene será cómico xD morí de risa mientras lo escribía.
En fin, como siempre espero que les haya gustado, y agradezco a las hermosas personas que comentan y votan, y sus notificaciones me llegan en el colegio, y cuando las miro me sacan una súper sonrisa =D Espero que comenten mucho, y si quieren que les llegue un correo cuando actualice mis historias, síganme, y si no SÍGANME n.n
Nos leemos pronto, preciosuras, los AMO a todos♥
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ATRAPADOS (2022 - SIN EDITAR)
Teen FictionLuego de finalizar la Universidad, Sarah decide regresar a su país de origen, cinco años después. Todo parece ir normal, pero habrá varias personas indeseadas que se volverán a cruzar en su camino. Ella pensaba que todos los problemas que le había...