Alcohol

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Stiles estaba extremadamente curioso acerca de la cerveza para hombres lobos, mecia al bebé mientras miraba a Derek prepararla.

-Tal vez debas darme la receta -dijo como si nada- ya sabes tenemos muchos amigos hombres lobo que se pierden el deleite de ser jóvenes y poder emborracharse.

-Deberian estar agradecidos por eso -Derek lo miro - no poder caer en la ilusión que brinda el alcohol.

-¿Que clase de maestro yoda eres? -pregunto molestándolo, Derek rodó los ojos.

-Burlate lo que quieras, nada hará que te dé la receta -Stiles se acercó a el quedando a unos pocos centímetros, sonrió, Derek sintió su respiración detenerse.

-Ya lo veremos lobo amargado, ya lo veremos - dijo separandose.

A la semana siguiente Stiles camino con cilantro por el parque, Derek estaba jugando con el pequeño Isaac, gastando sus energías para que durmiera toda la noche y ellos pudiera tener su pequeña fiesta, estaba emocionado.

-Diviertete - le susurro a cilantro soltando su correa en el área donde estaba permitido, vio al perro correr por todo el lugar.

Por un rato estuvo jugando junto a el, luego el consiguió a sus propios amigos lo que le permitió a Stiles sentarse.

Amaba este lugar, pensó que extrañaría su trabajo de agente pero la verdad es que dejarlo fue sencillo, adaptarse a esta nueva vida fue lo difícil pero amaba cada minuto en ella.

Amaba al pequeño Isaac, amaba sus risos oscuros, la forma de sus ojos, su risa, la forma en la que agarraba fuertemente su mano, cuando se quedaba dormido casi al instante en qué el lo tomaba.

Amaba a Derek y no solo en la forma en la que su yo adolescente lo amo, no solo su perfecto rostro, no solo era la terrible atracción sexual, era mucho más que eso, eran las pequeñas arrugas que se formaban en sus ojos cuando sonreía, su manera de ladear la cabeza cuando cocinaban juntos y el no entendía algo, la manera en que lo sostenía cuando dormían, enamorarse de Derek era tan sencillo como respirar pero amarlo...

Tocó su corazón sintiendo una punzada de dolor, se había dado cuenta hace poco de que lo amaba no era solo un enamoramiento, amar cuando se deprimía, cuando se encerraba en la oscuridad del cuarto, amarlo cuando el no se amaba así mismo y ayudarle eso era terriblemente difícil cuando se dio cuenta que el estaba dispuesto a acompañarlo se dio cuenta de cuan profundamente estaba enamorado y eso le había dolido porque Derek nunca lo amaría como el lo hacía, así que estos sentimientos tan cálidos como dolorosos tenían que desaparecer.

Se llevó las manos frías a sus mejillas intentando despejarse, justo en el momento en que cilantro salía del área permitida para perros sin correa.

-¡Cilantro! -Stiles empezó a correr tras de el- ¡Ven aquí! -ordeno en voz alta en el momento en que el perro daba la vuelta- ¡Cilantro! -dijo está vez más molesto y dio la vuelta casi estrellándose con alguien.- lo siento -se disculpo.

-No, está bien -respondio el hombre- ¿Este es tu perro? -pregunto acariciando al perro sentado entre ellos dos.

-Si -respondio Stiles- se me escapó pero no muerde ni nada, ¿Le hizo algo? -pregunto.

-No, no te preocupes -contesto el otro- Soy Nick por cierto -se presento.

-Stiles- le tomo la mano con una sonrisa- creo que tengo que irme.

-Oh si, ten un buen día -acaricio a cilantro  y siguió su camino.

-Vamos a tener que hablar en la casa -amenazo a cilantro después de acariciarle el pelo, le amarró la correo y camino fuera del parque.

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