El Retorno del Nigromante.

Decimosexta página: La caída del cuervo.

La luz de luna iluminaba las calles, el silencio y la sombra de la noche adornaban la base de Golden Raven, pero en las calles se movían varías figuras entre las sombras, una de estas figuras saco un teléfono satelital y marco cierto número, rápidamente la llamada se conecto.

"Capitán hemos investigado todo el perímetro y el Esper más fuerte es de rango C, los demás varían desde el rango D hasta el F, la población en general suman aproximadamente entre 8,000-10,000 personas, si restamos a los niños, acianos y otras personas no combatientes quedan un aproximado de 1,000-2,000 combatientes.

Su equipo también es de una calidad inferior y tampoco poseen un entrenamiento formal, así que su organización y coordinación es pobre en el mejor de los casos, incluso si tomamos en cuenta un milagro y son un pequeño ejercito de elite no será muy diferente, ya que su fuerza es pobre por decirlo menos".

La persona al otro lado del teléfono satelital guardo silencio, digiriendo la información recién obtenida, después de varios minutos la otra persona por fin habló.

"Sigan de acuerdo con el plan, es mejor ser precavidos que fallar en esta misión, no cabe mencionar que nos pasará si no la cumplimos como nos ordenaron, así que lo volveré a repetir solo por si acaso no quedo claro, eliminen a todos y a todas, sin importar su edad, sin importar si puede o no luchar, o si representa una amenaza o no, siempre y cuando sean partes de Golden Raven deben morir ¿entendido?".

"Entendido capitán, seguiremos las ordenes al pie de la letra". 

Con eso la llamada termino y el hombre que tenía el teléfono se volvió hacía los demás.

"Como habrán deducido nos encargaremos de todos en esta organización sin dejar a nadie con vida, procederemos según lo planeado anteriormente, usaremos la formación de pinzas, si en dado caso no es suficiente usaremos cielo y tierra, nos dividiremos en grupos de cinco, cada grupo será acompañado por otro para recibir apoyo.

Ahora divídanse y esperen la orden de actuar, si pasa algo imprevisto recuerden el plan, y como último recordatorio, en esta misión no hay bono por asesinato así que tómenlo con calma para evitar la mayor cantidad de bajas".

Los demás asintieron con la cabeza a la vez que acataban sus ordenes, al final el se quedó solo mirando al vació, lanzando un suspiro rápido el también fue a su posición...

Varios horas después en la madrugada sonaron explosiones y gritos de desesperación, agonía o miedo, ya sea su origen era claro indició que fue la masacre al Golden Raven estaba en marcha y ya no había nada que la detuviera...

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"¿Ves? Todos ellos son Esper pero han vivido demasiado cómodos, ellos creyeron que nunca les pasaría nada malo pero míralos ahora, corren como pollos sin cabeza, son cerdos en un matadero".

Baal habló mientras veía a Emily, esta estaba blanca como una sabana mientras el sudor frío recorría su cuerpo, ya que las imágenes frente a ella eran demasiado impactantes. Humanos siendo masacrados por otros humanos, no les parecía importar si eran niños, jóvenes, adultos o incluso ancianos, ellos no distinguían entre la edad y el género de la persona ya que solo parecía importarles si estaban vivos o no.

"Este es el instinto básico del ser humano, destruye todo lo que se le interponga en su camino al poder, no les importa nada con tal de que las ganancias superen las perdidas, para ellos no existe la "moral" o los "derechos" que irónicamente ellos crearon, ellos creen que son seres superiores al resto solo por estatus, un estatus que no merecen ya no hicieron nada ganárselo pero como nacieron en una familia "superior" ellos creen que sí.

Para mí no hay diferencia absoluta entre los cerdos y ellos, meros animales que solo sirven para ser masacrado, seres que se revuelcan en la ignorancia y la estupidez, los de arriba se creen amos y los de abajo son sus perros que siguen sus ordenes, una mano azota y la otra premia, una táctica que solo sirve en animales sin inteligencia pero que los humanos emplean con su misma raza.