Decimo octava página: El mundo siempre te observa.

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Cuando Andras y Murmur vieron a Baal siendo decapitado, temblaron de miedo mientras destruían la matriz de ocultación, eso permitió que todos los vieran, pero rápidamente crearon otra.

"¡MIERDA, MURMUR MÁS RÁPIDO! ¡YA CASI VIENE!" Grito Andras con un pánico y pavor escritos en todo su ser mientras temblaba como una hoja en una tormenta.

"¡LO SÉ! ¡LO SÉ! MALDITA SEA, ¡¿ESE BASTARDO QUIERE MATARNOS ACASO QUIERE MATARNOS A TODOS?!" expresó Murmur con furia y odio claramente dirigidos a Remiel.

Remiel rápidamente las notó y no supo el porque reaccionaban así, en su mente ya había ganado, mirando más detenidamente notó que estaban haciendo matrices de rango 5 de calidad de 9 estrellas, todas eran de protección.

Protección elemental, absorción de daño, dispersión de ondas, auto-reparación, auto-absorción de maná, bloqueo elemental, y la lista seguía y seguía.

Remiel frunció el ceño intentando averiguar que carajos estaba pasando, pero un escalofrío detuvo su tren de pensamientos, todos sus instintos se apagaron, esto lo alarmo aún más ya que nunca había pasado algo así antes.

Era razonable ya que el instinto nos advierte sobre amenazas y peligros, entre más "grite" peor es la situación, así que ¿porqué se apago el instinto de Remiel?, solo había una simple y fácil respuesta.

No hay salida.

El instinto siempre cree que puedes sobrevivir peleando o corriendo por tu vida, así que cuando este se resigna solo puedes rezar ya que un depredador de la cima de pirámide social a puesto tu mirada sobre ti, no hay salida, no hay manera de sobrevivir, lo único que puedes hacer es rezar para que no le intereses.

Un ejemplo sería un dragón ancestral que pone su mirada en un simple gato, no hay manera de que el gato sobreviva a no se que el dragón lo desee. Y ahora mismo Remiel fue marcado por un "depredador superior".

Volteando su mirada vio algo irreal, el cuerpo de Baal estaba empezando a cambiar a simple vista, sus extremidades se alargaron y adelgazaron mientras unas garras tomaron el lugar de su dedos, la carne y su sangre de su cuerpo desapareció, en su abdomen se podía ver sus costillas y columna vertebral, una cabeza sin ojos, nariz, orejeas, boca o cualquier otra cosa, simplemente era un lienzo negro.

Todo su cuerpo parece estar formado por tela negra, desde sus huesos hasta su cabeza haciéndole parecer una momia.

Un pilar negro y blanco descendió sobre Baal, a la vez que innumerables ojos de diferentes tamaños, formas e intenciones se formaban por todo el lugar. Algunos eran amables, viciosos, algunos sanguinarios y otros eran indiferentes, esta era la forma en el que "El Mundo" veía acontecimientos importantes o de suma importancia, como el nacimiento de una nueva raza o de un guardián.

Remiel tembló al verlo pues ya lo reconoció, era algo que nunca olvidaría aunque muera.

'Esto... Esto es.... La Aberración....' Al verlo y reconocerlo Remiel perdió toda la idea de correr o contraatacar, defenderse tampoco era una opción, ya que nadie podía acabar la cosa delante de él, era inmune a todos los elementos, sin debilidad alguna, una máquina de guerra imparable.

Remiel claramente recuerda que esta cosa delante suyo una vez destruyo un reino en su totalidad del tamaño similar a china en una noche, no hubo razón o advertencia antes de que sucediera, simplemente llegó devoró todo a su paso, ningún ser vivo sobrevivió a su ataque.

Pero el nunca imagino que ese ser apocalíptico era Baal, si hubiera conocido ese hecho nunca hubiera querido atacarlo, pero ya era demasiado tarde para arrepentirse, ya no había que llorar por la leche derramada.

El Retorno del Nigromante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora