Sexta página: ¿Quién eres tu?

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Un sueño o tal vez una pesadilla, una mujer soñaba sobre sus hijos, aunque siempre deseo que ellos vivieran bien, que conocieran el mundo en el que vivían, pero lastimosamente eso no pudo ser posible. 

Su nombre era Elizabeth Erna, fue la única hija de los Erna, una mujer hermosa, con un buen talento y carácter, pero tener eso nunca signifique sea bueno.

Los Blade se enteraron sobre la existencia y presiono a los Erna para un matrimonio arreglado, los Erna se negaron pero los Blade no aceptaron un "No" como respuesta. Usaron su influencia para lentamente destruirlos, su familia rápidamente cayó en decadencia y no tuvieron más opción que aceptar la propuesta de matrimonio de parte de los Blade, con la promesa de que su familia no seria destruida.

Elizabeth se caso con el heredero de los Blade, pero ella no fue la única, dos mujeres más se casaron con ese hombre. Ella no fue más que un concubina, después de un año de casarse dio a luz a unos gemelos.

Pero cuando los dio a luz se dio cuenta que algo andaba mal, los Blade miraron a la madre y a los hijos como basura, porque exactamente eso eran ante sus ojos, basura, productos defectuosos, errores que necesitan ser arreglados.

Fueron enviados a una pequeña casa y se les negó la salida, su contacto con el resto del mundo fue cortado, pero Elizabeth esta feliz mientras tuviera a sus hijos con ella.

Cuando los gemelos empezaron a crecer Elizabeth noto algo, mientras la niña se comportaba como un "infante" y mostraba curiosidad sobre todo lo que la rodeaba, el niño fue completamente lo opuesto, no mostraba interés en nada, simplemente se sentaba en una esquina y veía a su alrededor con ojos desinteresados, pero Elizabeth no le importaba eso, mientras ellos tuvieran salud.

Pero los problemas solo llegaban, de bebés los gemelos podían alimentarse de leche materna, pero tenían que dejarla en un punto, ella pensó que cuando llegara ese los Blade mandarían más provisiones y en lugar de provisiones para un adulto, mandarían para un adulto y dos niños. Lastimosamente las provisiones no cambiaron, incluso a veces mandaban menos.

Los años pasaban y la niña desarrollo una personalidad amable y era el vivo retrato de su madre, mientras que el niño físicamente era como su madre pero su personalidad era bastante apagada y solo respondían cuando le hablaban, no mostraba ningún interés que no sea leer.

Pero Elizabeth no mostro preocupación, se preocupaba más por la comida, desde hace unos meses la provisiones entregadas por los Blade iba disminuyendo poco a poco, ella y sus hijos empezaron a mostrar signos de desnutrición. A Elizabeth se le rompía el corazón cada vez que veía a sus hijos cada vez más y más delgados, pero mantenía la esperanza que su situación podría cambiar algún día.

Pero el destino le tenía otra cosa totalmente preparada, los desterraron sin nada más que la ropa que tenían puesta, sin eso no era lo suficientemente malo, los tiraron en el territorio de una manada de lobos.

Tengo que correr, no por mi, sino por mis hijos, si muero aquí... ¡Ellos también morirán! pensaba la mujer mientras corría desesperadamente, pero su cuerpo gritaba de dolor y sus pulmones quemaban cada vez que inhalaba.

Pero el destino le sonrío, pero ella no conocía si fue para bien o para mal, era algo que solo sabría con el tiempo.

Ainz, uno de sus hijos, masacro a los lobos, pero lo que más le asusto fue la mirada en sus ojos cada vez que le arrebata la vida a uno de esos lobos. El siempre fue algo lento y desinteresado por el mundo que lo rodeaba, pero en ese momento sus ojos brillaban de emoción y locura...

Elizabeth no comprendía que estaba pasando, ella sabía en su corazón que ese era su hijo, pero a la vez sus instintos le decían que corriera lo más lejos posible, si se quedaba solo le depararía la muerte.

El Retorno del Nigromante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora