Decimocuarta página: Baal, Andras y Murmur.

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En una mesa redonda se encontraban Baal, Andras y Murmur sentados, frente a estos habían tazas con café, pero lo más intrigante en la habitación era un grupo de mujeres vestidas con trajes de sirvientas y una venda en los ojos, dejando así solo su nariz y boca descubiertas.

Las mujeres se pararon al rededor de la mesa rellenando las tazas cuando estas estaban vacías, lo increíble o perturbador de estas mujeres era que todas parecían muñecas, eran hermosas pero ni siquiera mostraban movimiento al respirar, incluso si alguien buscara bien también notaria que no tienen pulso y que tampoco liberan calor alguno.

"Nunca pensé que volvería a ver de nuevo a "Las sombras de Baal", realmente me ponen los pelos de punta" dijo Andras mientras veía a las sonrientes mujeres que parecían muñecas.

"No te preocupes por ellas, sabes perfectamente que tienen la orden de no dañar a nadie que porte nuestra sangre, más específicamente a el resto de nosotros nueve" habló Baal con indiferencia.

"Aún así eso no es a lo que me refiero" murmuro Andras mientras suspiraba, ella no lo admitiría pero le temía a esas sirvientas, ya que ni siquiera ella estando tan cerca pudo sentir vida, calor, sus pulsos o cualquier cosa que delatara su existencia, incluso no podía sentir su firma de maná era como si no existieran.

"Las sombras de Baal" son un grupo de sirvientas a cargo de recolección de recursos, información, despacho de invitados no deseados entre otras cosas, una elite creada, seleccionada y entrenada por el mismo Baal con técnicas y tácticas totalmente desconocidas.

Se conoce prácticamente nada de este grupo, la poca información dice que todo el grupo esta formado por mujeres que son indetectables para cualquier medio, solo obedecen a Baal, también se sospecha que las mujeres son de diferentes razas que van desde las razas de bajo, medio y alto rango, pero esta información aún no esta comprobada.

"Dejemos eso de lado y planeemos nuestros siguientes movimientos, a puesto un retoño de vida útil que Buer, Belial y su grupo de imbéciles vendrán golpeando duro por ese golpe a su ego, no puedo entender como esos idiotas y nosotros somos hermanos, claramente somos superiores y ellos... bueno... existen ¿No?".

Habló Baal con un tono de disgusto y desprecio.

"¿Entonces que harás? ¿Te ocultarás en el reino de las sombras o algo así?" pregunto Andras claramente burlándose de él.

"¿Esconderme? ¿Yo? ¿De esos seres inferiores? sabes claramente que nunca le digo no a una guerra, además ha pasado demasiado tiempo que esos bastardos olvidaron quién manda, los niños y niñas malcriados necesitan una seria reeducación ¿No crees?" dijo Baal mientras reía con una sonrisa espeluznante y sus ojos brillaban con una luz feroz y fría, claramente no planeaba nada bueno.

'Ese bastardo realmente esta loco' Andras solo pudo rezar para que sus hermanos esta vez por fin aprendieran la lección.

"De todos modos mentí, sus venas mágicas no están arruinadas pero es por poco, apuesto que esos bastardos están cagados de miedo en estos momentos al intentar encontrar una forma de solucionar su error" dijo Baal con una risa inocente.

Andras y Murmur solo pudieron verlo con una mirada en shock, ellos de verdad pensaron que habían arruinado sus venas mágicas, pero he aquí, Baal declarando que todo era mentira.

Notando su mirada Baal volvió a hablar para aclarar el asunto.

"Dije "por poco", literalmente cuelgan de un hilo, sus venas mágicas están hinchadas y casi al borde del colapso, me pregunto que rayos hicieron para que quedaran en tal estado, no se si estar admirado como investigador o preocupado como hermano al ver tremenda estupidez".

El Retorno del Nigromante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora